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50 años de ÚH: El rol periodístico desde la experiencia de Roa Bastos

Última Hora cumple su 50 aniversario en unos meses. Parte de este tiempo contó con la colaboración de Augusto Roa Bastos, quien en varias ocasiones realizó visitas a la redacción del diario.
Charla. El autor compartió con los periodistas de ÚH en una de sus visitas a la redacción.

Por José Madai @josemadai

Al igual que otras ilustres figuras de la cultura paraguaya, el escritor Augusto Roa Bastos visitaba con frecuencia la redacción del diario Última Hora. En uno de esos encuentros dialogó con el plantel de periodistas sobre los desafíos de la profesión y compartió sus vivencias como tal. Los detalles de ese encuentro los relata el periodista Antonio Pecci, quien además de ser una persona cercana al autor, era integrante del diario y artífice de sus visitas a la sede del periódico, que este año cumple 50 años.

“Fui a verlo en su departamento. Aceptó gustoso, ya que tenía un especial afecto por ÚH”, recuerda el periodista Antonio Pecci, sobre la ocasión en que invitó al autor a brindar una charla al plantel de periodistas del diario, en los años 90, encuentro que se registra en la fotografía que aparece en página.

“El edificio sobre la calle Benjamín Constant había sido sede del diario El País anteriormente, donde él se inició y desarrolló su labor periodística desde 1940 hasta su ida al exilio en marzo de 1947, perseguido por la dictadura del Gral. Morínigo. Tenía varios amigos en la redacción de ÚH. Además de ser colaborador habitual del periódico a través de escritos y entrevistas que se le solían hacer”, comenta Pecci.

Charla. Los desafíos del oficio del periodista fue el tema central de aquel encuentro; el escritor abordó, por un lado, la ética como un elemento imprescindible para hacer buen periodismo, y por el otro lado, el manejo del lenguaje.

“Afirmaba que había que tener cuidado en el uso de los verbos en los textos que redactábamos, ya que, deduzco, apuntaba a que había un uso desordenado de los mismos. Además, cuidar el uso de adjetivos calificativos como grandioso, genial, extraordinario, porque señalaba ‘se les va a acabar el diccionario en algún momento y no van a tener palabras para calificar algo realmente sorprendente o valioso’. Es decir, la mesura frente a un hecho o personaje. Y no ser tan grandilocuentes”, rememora el periodista.

De igual modo, Roa Bastos compartió algunos de sus pasajes como periodista, algunas de sus vivencias. “Su hablar pausado, tranquilo, lleno de sabiduría, resultaba muy convincente. Trataba de que no se lo viera como un gran escritor multipremiado, sino como una persona sencilla, normal. Solía ir de camisa, vaquero y mocasines. Y así estaba un par de horas hablando y escuchando preguntas o comentarios de los presentes. Creo que eran momentos muy placenteros para él compartir con sus colegas”, evalúa Pecci.

El periodista destaca que Roa Bastos resaltó la importancia de la lectura constante para hacer un periodismo de calidad. Mencionaba con convicción que la información puede encontrarse en internet, pero que la cultura está en los libros.

“Recuerdo que al terminar una de sus charlas, de ida a su departamento, le pregunté por qué afirmaba que ‘El que no lee, no escribe’, y me dijo: ‘Porque la lectura te brinda el manejo del lenguaje y la creación de un sistema de pensamiento. Sin eso, es muy difícil que un periodista redacte un texto claro’”, comenta el comunicador.

País. Pecci señala que una de las inquietudes del escritor era ayudar al nivel de formación periodística, como un modo de contribución personal al proceso democratizador, “ayudar a crear un pensamiento crítico, sobre los ejes de la libertad de expresión y la democracia”, destaca, a la par de resaltar la constante preocupación de él por la realidad social.

En ese sentido, el periodista resalta que Roa Bastos dejó Europa, con todas las comodidades que tenía allí, una vida confortable y la atención permanente de los medios de comunicación, para venir a esta “isla rodeada de tierra”, que daba pasos hacia una vida democrática y a la conexión con el mundo.

“Quería hacer una apuesta a un futuro mejor para el país y sabía que la prensa jugaba un papel muy importante como elemento formador de opinión. Ponía énfasis en el rol social del periodismo. Veía que tras 35 años de dictadura, Paraguay estaba mal. ‘Este es un país enfermo’, decía. Quería ayudar a reconstruirlo, dentro de un cauce democrático”, finaliza Pecci.