GUANAJUATO, Gto.- Policías municipales de Celaya golpearon y sometieron a dos reporteros, un hombre y una mujer, del portal informativo Ágora, cuando ambos terminaban de hacer la cobertura periodística del incendio de vehículos la noche del viernes en ese municipio y otros aledaños.
El secretario de Seguridad Ciudadana de Celaya, Jesús Rivera, intentó disuadirlos de que interpusieran denuncia por lo ocurrido; “ustedes pueden hacer lo que quieran, pero todo el trabajo bueno que estamos haciendo por dos elementos se nos cae”, les dijo.
Los dos periodistas estaban juntos haciendo la cobertura; fueron amenazados con ser detenidos a pesar de identificarse plenamente y un agente dañó el equipo telefónico con el que uno de ellos efectuaba su transmisión para el medio en ese momento, en la carretera Celaya-Comonfort.
El reportero recibió varios golpes por parte de un agente que le arrebató el teléfono con el que estaba haciendo la videograbación final de lo que había ocurrido -mientras los agentes municipales se retiraban en sus patrullas-, lo tiró al piso y después lo tomó y se negaba a devolvérselo.
Cuando la reportera (quien realizaba la cobertura para Milenio, de donde es corresponsal) intentó grabar esta agresión, una mujer policía la sometió tomándola del cuello y la obligó a interrumpir la grabación, advirtiéndole que “lo calmara” (a su compañero) y que dejara de grabar o a él lo iban a detener.
Sin embargo, la actuación arbitraria de los preventivos quedó registrada en algunos videos y audio, en parte porque el teléfono del periodista no dejó de grabar aunque cayó al piso.
Ambos periodistas sufrieron contracturas por los golpes y el sometimiento de que fueron objeto, así como otros efectos colaterales en su salud tras lo vivido.
Este sábado acudieron a interponer denuncias ante la Fiscalía general del estado y la Procuraduría de los Derechos Humanos.
Según lo que narraron Avelina y Miguel (nombres de pila de los periodistas), poco antes de las 9 de la noche del viernes, se encontraban en un punto de la carretera Celaya-Comonfort, a la altura de la empresa Prettl, y terminaron de transmitir el incendio de una camioneta por parte de civiles desconocidos, sitio en el que se desplegó un operativo con corporaciones municipales y estatales.
Mientras Miguel tomaba video con su teléfono, repentinamente llegaron las patrullas con los números 7904 y 7909 y varios agentes descendieron de las mismas. Uno de ellos echó la luz con su lámpara al reportero, quien le pidió bajarla.
El policía le gritó al reportero que se fuera y que dejara de grabar, a lo que éste se negó. Entonces el preventivo lo golpeó en la cara, le dijo “amarillista” y le dio más golpes, con lo que el teléfono salió volando al piso, pero no dejó de grabar lo que ocurría.
“En ese momento abro la puerta de la camioneta y le digo a Avelina ‘empieza a transmitir’, y él (policía) todavía dice transmite lo que quieras y me va empujando y ella se baja y le dice que no me empuje; él me sigue empujando, cuando se acerca otro policía que traía impermeable y me dice que nos vayamos o me va a trepar, yo le digo trépeme, yo solo estoy haciendo mi trabajo”.
La transmisión en vivo de Ágora registró cuando Avelina comenzó a denunciar que policías estaban golpeando a Miguel, pero repentinamente se interrumpió, cuando una mujer policía la sometió.
“Suelta ese teléfono o me lo llevo”, le decía mientas le jalaba del brazo y del cuello.
Mientras tanto, el policía que golpeó al reportero localizó el teléfono celular de éste, lo recogió y lo guardó en uno de sus bolsillos. Fue hasta después de varios minutos que se lo devolvió.
“Me da otro golpe, empieza a caminar, encuentra mi teléfono, lo recoge del suelo y todavía le digo, dame mi teléfono por favor y con groserías algo como, ya chingaste a tu madre y no te lo voy a dar, y se lo guarda en una de las bolsas cargo del pantalón…en ese momento yo volteó y justo en la puerta del copiloto veo que una de las elementos la tiene sometida (a Ave)”.
Miguel corrió hacia donde estaba su compañera, pero los policías se lo impidieron y lo empujaron. Ahí otro de los policías le lanzó también un golpe.
Avelina denunció que la mujer policía la tomó del cuello y le decía que dejara de grabar.
“Yo estaba atemorizada, ya solo estábamos los dos, y dije ‘si esto nos están haciendo ahorita que Miguel había grabado y que yo había transmitido un poco ¿qué va a pasar?’ Yo tenía miedo a que nos llevaran y que no supieran ya después de nosotros, por lo que cuando me enseñó que tenía su celular, la mujer me soltó y me acerqué a Miguel y le dije ya me van a dar tu teléfono, yo pensando en que ya me quería ir, estábamos muy expuestos”.
Ambos notificaron de lo ocurrido a su medio y éste buscó el apoyo del Mecanismo estatal, que respondió pero sin que pudiera asegurar el resguardo y traslado seguro de ambos periodistas por parte de la Policía Estatal hasta un sitio seguro.
Este sábado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana emitió un comunicado en el que en todo momento se refirió a lo ocurrido como “la posible agresión contra periodistas”, e informó que inició un procedimiento administrativo disciplinario a través de la unidad de Asuntos internos, con el número SSC/AI/PAD/079/2022.
Proceso