Ciudad de México.- Jesús Pintor Alegre, el reportero que estuvo más de dos semanas privado de la libertad en Guerrero, prevé rechazar la protección que el gobierno le ofreció.
«Tengo que decidir si huir o quedarme, ya me han ofrecido la extracción por parte del estado, de la Secretaría de Gobernación y Derechos Humanos. Lo estoy analizando, me dan de plazo hasta mañana, pero creo que me voy a inclinar en esta ocasión por seguir en esta actividad, creo yo que es difícil entender que en México estamos solos», dijo en entrevista con Josué Becerra para MILENIO Televisión.
Señaló que «el gobierno no es garantía de ayuda», pues deja a la deriva tanto a periodistas como a ciudadanos comunes. «Tengo que decirlo con todas sus letras, estamos solos».
«La protección no sé si tomarla porque me están ofreciendo algunos elementos de la Guardia Nacional y de la Policía del Estado. Hoy me voy a entrevistar con ellos para ver a qué llegamos, pero no le veo ninguna función útil».
Mencionó que las autoridades se tomaron la foto con él y Fernando Moreno, el químico biólogo que también estuvo privado de la libertad, para «decir que ellos habían logrado nuestra liberación».
«Ayer nos escoltaron a bordo de sus vehículos, íbamos tanto Fernando Moreno como yo a nuestros domicilios y nos tomaron la foto de que nos estaban entregando a nuestras familias. No le veo ninguna utilidad este tipo de servicios».
«Pensé que no la contaba»
Pintor Alegre relató que todo comenzó el 27 de diciembre, cuando fue confundido o inculpado de pertenecer a la plataforma Escenario Calentano, que «lanza algunas publicaciones bastante temerarias contra políticos y las ‘fuerzas oscuras'».
«Fue un golpe más psicológico y moral que físico. Sí me dieron varios golpes, inclusive me dieron algunos toques eléctricos en los tobillos. (…) Es una situación complicada cuando uno empieza a ver que te cambian de la parte frontal a la parte trasera, yo pensaba que ya no la contaba».
Las agresiones por parte de los «pistoleros» aumentaron en determinado momento, pero fue entonces cuando el reportero se dio «cuenta que estaban jugando conmigo. Finalmente me liberaron entre 11:20 y 11:30 de la noche».
El reportero y el químico fueron liberados en el municipio de Coyuca de Catalán. Pintor Alegre mencionó que fue dejado en la rivera del río Cuilo, en la misma demarcación, y que no tiene identificados a los posibles implicados en el secuestro.
«Todo el tiempo estuve con la venda en los ojos, escuchaba ruidos, risas y personas, estaban armados. (…) Me es difícil, no puedo decir quiénes eran o de quién se trataba».
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