Madrid, España.- Woman’s Week analiza en su Jornada de Comunicación el poder que tienen los mensajes para fomentar la igualdad y empoderar a las mujeres en las empresas y la sociedad.
El periodismo es uno de los pocos sectores feminizados de España, con las mujeres copando un 58,4 % de las matriculaciones en las universidades del país, según datos del Ministerio de Educación. Pero ni siquiera eso parece una razón para que las mujeres ocupen puestos directivos. Basta mirar a los principales medios escritos y audiovisuales del país, donde las mujeres al frente de los mismos son ejemplos testimoniales.
De hecho, la Asociación de la Prensa de Madrid, en su último Informe de la Profesión Periodística, cifra en un 24 % los puestos directivos de los medios españoles ocupados por mujeres. En las redacciones la cifra se acerca a la paridad, con el 45 % de los puestos en manos de mujeres. E incluso en las propias piezas informativas hay una infrarrepresentación femenina, pues sólo el 26 % están protagonizadas por mujeres en prensa, radio y televisión.
Con este panorama, Fundación Woman’s Week y la Asociación de Profesionales de la Comunicación (ProCom) han celebrado, en el marco de Madrid Woman’s Week 2023, una Jornada de Comunicación, inaugurada por sus respectivos presidentes, Carmen Mª García y Salvador Molina, con el objetivo de debatir fórmulas para comunicar en igualdad tanto en medios como en empresas.
Los medios como reflejo de la sociedad
En un primer panel, expertas del periodismo han diseccionado un ecosistema mediático que, han explicado, sigue destilando machismo, ya que los medios son un reflejo de lo que sucede en la sociedad, y si esta es machista, el enfoque de los medios también lo será. Aunque las invitadas, entre las que se encontraban Carolina Pecharromán, periodista en TVE y editora de Igualdad de los SSII, directora de ‘Objetivo Igualdad’; Ana Ribera, editora jefa de PRISA Audio; y Marián Álvarez, periodista y coautora del libro ‘Nietas de la memoria’, han reconocido que las cosas están empezando a cambiar, aunque muy lentamente, y han relatado ejemplos que demuestran que, pese a los tímidos avances, las mujeres siguen recibiendo un trato injusto en los medios, ya sea siendo tratadas como objetos, ridiculizadas o teniendo que enfrentar enfoques machistas que no contribuyen a erradicar comportamientos que incluso ponen en riesgo su propia vida.
En este sentido, Marián Álvarez ha señalado la reciente entrevista publicada por un periódico de tirada nacional a un exconcursante del programa Gran Hermano condenado a seis años de cárcel por agredir a su mujer, y en paradero desconocido actualmente: se ha dado voz a un prófugo de la Justicia mientras su víctima vive atemorizada y amenazada, sin saber si en algún momento sus caminos se van a cruzar.
“Los medios tienen el poder de conformar nuestra visión de la realidad, y si esta visión está sesgada o representa una realidad en la que la mujer tiene un papel secundario, la mujer continuará en ese segundo plano dentro de la sociedad. Los titulares desafortunados, la perpetuación de los roles de género o el tratamiento de las informaciones sobre violencia sexual y de género son algunos de los problemas que siguen existiendo y que debemos erradicar”, explica Alexa López, directora de Comunicación de Fundación Woman’s Week y moderadora de este primer panel, que también ha servido para aconsejar a los profesionales del periodismo que aprendan a tratar con rigor y respeto las informaciones sobre violencia machista, la importancia de construir un relato igualitario que no discrimine a la mujer y la necesidad de visibilizar a referentes en distintos ámbitos para contribuir a empoderar a las mujeres, evitando los contenidos machistas para atraer audiencia o lectores.
Otra importante cuestión es pensar que siguen existiendo contenidos femeninos o “para mujeres”, mientras que los realizados por y para los hombres son universales. Tal y como apuntó Carolina Pecharromán: “Se mantiene esa idea de que las mujeres abarcamos temas secundarios y los de los hombres son genéricos”.
Pero no todo son malas noticias, el fenómeno del podcast ha puesto a las mujeres al frente. Tal y como explicó Ana Ribera, el resurgir del audio ha propiciado que las mujeres hayan tomado la palabra y sean grandes protagonistas en este género. Lo demuestran ejemplos como: ‘Estirando el chicle’; ‘Saldremos mejores’, ‘Expertas en nada’, o ‘Deforme semanal’; entre otros.
Comunicación en la empresa para romper el techo de cristal
En el segundo panel se ha puesto el foco en el poder de las empresas para fomentar la igualdad, dado su papel esencial en la sociedad. “La empresa tiene que ser agente de cambio”, ha destacado María Garzón, socia fundadora de iMades Communication. Y hay un ámbito en concreto que tiene el poder de cambiar las cosas: el de la comunicación. “No hay un departamento tan transversal como el de comunicación” en una empresa, ha destacado Mónica Malo, directora de Comunicación, Relaciones Externas y Sostenibilidad de Cecabank. “El dircom es un puesto clave transversal a la organización, lo que da una visión de cómo funciona desde actividad hasta plan estratégico”, ha añadido David García, director de Comunicación de FCC.
La visión de estos expertos ha permitido comprender algunas de las carencias de las empresas, como la falta de determinados perfiles entre las mujeres. Un ejemplo que han puesto ha sido el de las ingenieras: las empresas no encuentran ingenieras, y por eso no contratan ingenieras, cuya formación superior y muy necesaria llevaría a estas mujeres a ocupar puestos de responsabilidad con altos salarios, contribuyendo a reducir la brecha salarial.
Sin embargo, algunas veces las empresas ya tienen ese talento femenino en sus plantillas, pero está invisibilizado. “Muchas veces, me da la impresión de que en las empresas no conocen a sus empleados”, ha explicado Cristina Llorens, directora de Comunicación del Instituto de Desarrollo Asegurador, quien ha añadido que “dentro de las organizaciones hay personas, sobre todo mujeres, que son invisibles porque quizás nadie les ha preguntado nada”. Una situación que perpetúa que las mujeres estén en un segundo plano por una serie de factores acumulativos que contribuyen a crear una situación de desigualdad que hay que combatir también desde la comunicación, como parte de una estrategia en la que no deben faltar otras herramientas como las cuotas. “Las políticas de equidad para llegar luego a la igualdad son necesarias, pero no valen por sí mismas”, ha destacado María Garzón. “No es la panacea, pero nos ayuda a llegar a tener esa oportunidad” de alcanzar el punto deseado, ha añadido. “Un mundo mejor es posible y hay que hacer algo para ponerlo en marcha, no podemos esperar sentados a que cambien las cosas”, zanjó Salvador Molina, presidente de ProCom y moderador del panel.
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