La Habana, Cuba.- Sulmira Martínez Pérez, una joven de 21 años que ha sido víctima de la censura por parte de la dictadura de Cuba encabezado por Miguel Díaz-Canel. Ella está detenida desde el 11 de enero en Villa Marista, acusada de un delito en el nuevo código penal llamado “Desacato a la orden constitucional”.
La joven, estudiante de Informática, está detenida en la Unidad de Investigación del Departamento de la Seguridad del Estado de La Habana, conocida como Villa Marista, y está siendo investigada posible comisión de un delito de propaganda contra el orden constitucional.
Según información del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP), una ONG dentro de Cuba que cuenta con una red de medios de comunicación comunitarios, Sulmira, fue interrogada durante 67 días en el cuartel general de la Policía Política cubana bajo métodos y tácticas, contrarios a los estándares internacionales de derechos humanos.
En entrevista al ICLEP, la madre de Sulmira, acusó que a su hija le pusieron un papel para que leyera lo que se le aprecia decir en un video y que inclusive le dijeron que si decía todo eso la iban a liberar.
Sulmira enfrenta la posibilidad de sufrir sanciones que van desde los cuatro a los diez años de privación de libertad, es decir, similar a lo que sería para un delito grave. El Código Penal de ese país establece que quien incite contra el orden social o el Estado socialista utilizando los medios de comunicación digitales puede sufrir ese tipo de sanción.
Distintas organizaciones civiles han manifestado su postura en contra de lo que el gobierno cubano está haciendo a la joven y señalan un encarcelamiento injustificado hacia la joven, a quien han llamado presa política del régimen cubano.
¿Cómo es la libertad de expresión en Cuba?
Desde hace más de medio siglo, Cuba es un Estado gobernado por un partido único que impide las vías de disenso político y esto es porque el Estado restringe en forma severa los derechos de libertad de expresión, asociación, reunión, movimiento y debido proceso.
Por décadas, Cuba es señalado por silenciar voces ajenas al régimen, reprimir a periodistas independientes, así como a artistas o a ciudadanos que buscan organizarse para articular sus demandas; en todo ese tiempo el Estado ha mantenido el monopolio sobre los medios de comunicación social, además de otras prohibiciones por mucho exageradas.
FIA