Por Arturo Rojas
Bajo una ligera lluvia que comenzó a caer en sincronía con los discursos de periodistas y miembros de organizaciones de la sociedad civil, alrededor de las 19:09 horas, una multitud se congregó en la escalinata de la entrada principal de la Secretaría de Gobernación, exigiendo justicia y protección para los comunicadores en México.
Con pancartas improvisadas en mano, elaboradas minutos antes del inicio de la protesta, al menos una veintena de personas se unieron para manifestarse en contra del reciente asesinato del periodista de La Jornada, Luis Martín Sánchez Iñiguez, en Nayarit. Su cuerpo fue localizado por autoridades estatales tres días después de su desaparición, presentando signos de violencia.
“En los últimos días se dio a conocer la desaparición de tres personas relacionadas con medios de comunicación en Nayarit (…) personas que trabajamos en los medios de comunicación externamos nuestro posicionamiento hacia las autoridades. Tenemos que recordarle a la sociedad y a las autoridades que cada vez que se atenta con un periodista se atenta con la democracia de nuestro país”, declaró Marta Durán de Huerta, corresponsal de Radio Francia Internacional de México.
Mientras se desarrollaba el discurso, otros miembros del gremio periodístico sostenían fotografías de comunicadores asesinados, como Manuel Gabriel Fonseca, José Mérida Virgen, Octavio Rojas, José Moisés Sánchez y Gabriel Hugo Córdoba, entre otros. Las impresiones de estas imágenes comenzaron a perder tinta debido a la persistente lluvia.
En medio de la multitud, Edith Olivares Ferrato, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, sostenía un cartel con el nombre de Guillermo Luna Varela, en cuyo reverso se exhibía una lista de periodistas asesinados en Veracruz desde 2002 hasta 2022. Este documento revelaba que, en ese período, se han registrado 20 crímenes de este tipo en la entidad.
En una entrevista con El Economista, Olivares Ferrato expresó la profunda preocupación de Amnistía Internacional por la escalada de violencia y los crímenes contra periodistas en México. Además, señaló la falta de una política integral de prevención y protección para los comunicadores, lo que los deja expuestos a amenazas y ataques, poniendo en riesgo sus vidas e integridad física.
Olivares Ferrato hizo hincapié en la necesidad de implementar políticas públicas que evalúen los riesgos a los que se enfrentan los periodistas en el terreno, así como la importancia de contar con un mecanismo de protección efectivo que actúe de manera preventiva y brinde las condiciones necesarias para el ejercicio seguro del periodismo.
Durante la protesta, se resaltó la importancia de proteger la libertad de expresión y el derecho a la información como pilares fundamentales de la democracia. Asimismo, se instó a los medios de comunicación y a los propietarios de estos a asumir su responsabilidad en la protección y seguridad de sus trabajadores.
En medio del clamor por justicia y la exigencia de medidas concretas, la lluvia, aunque de manera escasa, continuó cayendo sobre los manifestantes, como si las condiciones climatológicas tratarán de representar la tristeza y la impotencia que embarga a quienes luchan por un periodismo libre y seguro en México.
EL ECONOMISTA