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La edad de oro del periodismo gráfico

Un viaje gráfico de 100 años a través de las revistas y los periódicos ilustrados que mostraban el inicio y el auge de la ilustración en prensa, en un mundo en constante cambio durante el siglo XIX y el siglo XX.

Por Pablo Delgado

En la actualidad, no podemos entender el periodismo sin imágenes. A lo largo de la historia, desde que comenzó el uso de la ilustración en la prensa, éste se desarrolló gradualmente en el transcurso de los siglos XVI y XVII. La difusión de noticias empezó a formarse en el transcurso de la Ilustración en el llamado Siglo de las Luces por la confluencia de corrientes intelectuales basadas en la razón, los métodos científicos, la propagación del saber y la modernización de la sociedad que lo caracterizan.

En esa propagación del saber y en un aumento de la alfabetización de la población, a la que el periodismo contribuyó en gran medida. El periodismo gráfico se desarrolló en Europa a principios de la Edad Moderna con la aparición de la xilografía y la tipografía impresa. Las noticias de todos los rincones del mundo, ilustradas con gran imaginación, se distribuían por los llamados buhoneros o voceros en forma de hojas sueltas impresas.

El lugar de las ilustraciones gráficas para acompañar las noticias no estaba en el templo sagrado de las Musas del arte, ni en los salones de la élite, sino en el espacio público, en el dominio de la res publicaLas ilustraciones que empezaron a acompañar las informaciones eran pequeñas obras de artistas que sin embargo, antes de que las obras de estos artistas pudieran aparecer en los quioscos de prensa o en las vallas publicitarias, había que superar los obstáculos de la fiscalidad y la censura, que también durarían varias décadas.

El periodo de mayor influencia de la prensa gráfica duró unos cien años, desde las campañas satíricas de William Hone a finales del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial. A partir de esa fecha, la ilustración se utilizó cada vez menos para las imágenes impresas en los periódicos como resultado de las mejoras en las técnicas de reproducción fotomecánica, con la aparición de la fotografía.

El libro History of Press Graphics. 1819–1921 (Taschen), escrito y recopilado por Alexander Roob, especialista en la historia del periodismo gráfico y de la cultura impresa, recoge esa magnífica e histórica evolución gráfica. Una apoteosis editorial en la que el lector disfruta y aprenderá deleitándose con las magníficas ilustraciones, que son pequeñas obras de arte puestas al servicio de lo público. Un libro con un gran contenido recopilatorio que rinde homenaje a la época dorada del periodismo gráfico como género diferenciado y único.

La colección cubre un amplio abanico de ilustraciones de prensa y de viñetas políticas y satíricas publicadas entre los años 1819 y 1921. Aquí se podrá ver obras de artistas de renombre como Jean Cocteau, Goya, Juan Gris y Käthe Kollwitz, pero también una nutrida representación de los ilustradores más famosos de la época: Thomas Nast, Honoré Daumier, André Gill, Gustave Doré, y los numerosos y relativamente desconocidos artistas gráficos, los llamados «artistas especiales», cuya producción se redescubre aquí.
Los ilustradores de la prensa se denominaban artistas especiales. Su labor consistía no sólo en realizar ilustraciones sobre el terreno para acompañar los reportajes, sino también en llevar a cabo investigaciones periodísticas que, en ocasiones, podían llegar a ser de carácter geográfico o etnográfico. Algunos de estos primeros periodistas gráficos llegaron a ser célebres por derecho propio y se convirtieron en expertos en presentarse como audaces aventureros.
Su rico y variado trabajo en prensa se analiza no solo desde el punto de vista del género periodístico y de la pintura del siglo XIX, sino que también se evidencia su influencia innovadora en el arte moderno. Con impactantes ejemplos de narrativa protocinemática, de disrupciones del espacio de la imagen única y atrevidas incursiones en la abstracción, queda patente que estos trabajos sentaron bases de gran parte de la expresión artística de las vanguardias que siguieron.
A lo largo y ancho del libro podemos ver cómo ha evolucionado la ilustración en prensa. Desde el punto de vista político, el auge inicial de la prensa ilustrada estuvo estrechamente vinculado a las acciones de los radicales ingleses que abogaban por la reforma parlamentaria y la libertad de prensa. Los panfletos ilustrados que distribuyeron en gran número inspiraron a los republicanos en Francia a utilizar caricaturas en sus ataques contra la corrupta Monarquía en 1830, y también, un poco más tarde, condujeron a la creación de The Penny Magazine en Inglaterra, la primera revista ilustrada de gran tirada de la época.

El lanzamiento de esta revista cultural liberal-conservadora pretendía romper la hegemonía de los reformistas radicales en el periodismo popular y su influencia sobre la clase obrera, pero también marcó la primera aparición generalizada, y de hecho internacional, de la prensa gráfica. Durante más de 50 años, esta nueva forma de expresión gráfica siguió siendo el medio visual estándar de las noticias impresas en los principales tiempos modernos.

El apogeo de la prensa gráfica coincidió con la fase más enérgica del imperialismo eurocéntrico, una época que aún tiene muchas preguntas sin respuesta, mientras que los estereotipos raciales y sociales que marcaron este periodo de incertidumbres y descubrimientos fueron moldeados en gran medida por las ilustraciones de las revistas. Durante mucho tiempo, el siglo XIX se entendió como determinado por nacionalismos en pugna y una dinámica de globalización caracterizada sobre todo por el colonialismo, mientras que los estudios sobre el siglo XIX se consideraban un anacronismo. Sin embargo, más recientemente estos recelos han sido sustituidos por la conciencia de que estos mismos aspectos son, de hecho, cada vez más relevantes para nuestra comprensión de la evolución política actual. Muchas de las zonas de guerra desde las que los primeros periodistas enviaban sus imágenes y reportajes son los puntos calientes de la política mundial actual, mientras que los conflictos sociales descritos en una época anterior han perdido gran parte de su lejanía histórica. Incluso el tema clave, en términos de emancipación de la prensa, de la lucha contra la censura parece hoy más actual que nunca.

El libro explora también la atención que Vincent van Gogh dedicó a la prensa ilustrada de su época. No solo le inspiraba su dimensión artística, sino también el espíritu de reforma social que representaba. Ávido coleccionista, Van Gogh poseía una gran cantidad de material gráfico de prensa y llegó a considerarlo una «biblia para artistas».
En definitiva, un libro que es una joya visual del periodismo gráfico histórico. Un compendio ilustrado que guía la mirada por la edad dorada de la prensa, hacia un gran dimensión histórica concreta, en la que muestra y combina el realismo y la caricatura que aparecían en las diferentes publicaciones que mostraban al lector una forma de ver, pensar, reflexionar y opinar sobre aquello que estaba pasando en el unos instantes para algunos lejanos y para otros más que cercanos.
ABC