Consejo de Derechos Humanos 56º período de sesiones 18 de junio a 12 de julio de 2024 Tema 3 de la agenda Promoción y protección de todos los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, incluido el derecho al desarrollo
resumen
En el presente informe, la Relatora Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión se centra en los periodistas en el exilio, que se enfrentan a diversas amenazas físicas, digitales y jurídicas. Analice las respuestas de los Estados y las empresas a estas amenazas y desafíos. Si bien considera que el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho de los refugiados ofrecen un marco sólido para proteger a los periodistas en el exilio, la seguridad de los periodistas en el exilio sigue siendo precaria, debido al incumplimiento por parte de los Estados. de sus obligaciones internacionales. La Relatora Especial formula recomendaciones a los Estados, las empresas digitales y de medios de comunicación, las organizaciones internacionales y la sociedad civil para reforzar la seguridad de los periodistas y la viabilidad de los medios independientes en el exilio.
I. Introducción
1. El exilio de periodistas no es un fenómeno nuevo, pero ha cobrado impulso en los últimos años, debido a la intensa presión que sufren los medios de comunicación de interés público en muchos países ya que, gracias a la tecnología digital, los periodistas cuentan cada vez con más posibilidades para poder trabajar desde el extranjero cuando no pueden hacerlo con seguridad en su país. La prensa libre, independiente, diversa y pluralista desempeña un papel vital de apoyo a la democracia, informando al público y exigiendo que quienes tienen poder rindan cuentas. Los medios de comunicación que conforman esa prensa están ausentes o seriamente limitados en más de un tercio de los países del mundo, donde viven más de dos terceras partes de la población mundial1 . El espacio para los medios de comunicación independientes y críticos se reduce en los Estados democráticos, donde ganan terreno las tendencias autoritarias, lo que deja a muchos periodistas sin otra opción que abandonar sus países de origen.
2. Desde hace mucho tiempo, los conflictos armados constituyen uno de los principales motivos por los que los periodistas buscan refugio en el extranjero. En los últimos años, la represión política se ha convertido en el factor predominante para que miles de periodistas abandonen sus países. Algunos han sido expulsados por sus Gobiernos. Muchos han huido de su país de origen para salvar la vida o escapar de la detención y el encarcelamiento por acusaciones falsas. La mayoría se han marchado para poder investigar e informar libremente sin miedo ni favoritismos. En algunos países, no solo se han marchado periodistas, sino medios de comunicación enteros, e incluso sectores completos de medios independientes2 .
3. La magnitud exacta del problema es difícil de evaluar, a falta de datos de los Estados receptores. La mayoría de las estimaciones se basan en el número de casos de periodistas exiliados a los que organizaciones no gubernamentales internacionales, grupos de defensa de la libertad de prensa y organizaciones de desarrollo de los medios de comunicación han proporcionado ayuda financiera y material en los últimos años3 . Aunque esos datos no reflejan plenamente el alcance del problema, apuntan a una clara tendencia al alza del número de periodistas que se exilian, que sigue la estela del aumento del autoritarismo y la represión política en todo el mundo.
4. El periodista exiliado satisface una necesidad vital de noticias de interés para el público de su país y de todo el mundo. A menudo es una importante fuente de información alternativa, y posiblemente la única independiente, sobre los acontecimientos que se producen en las zonas de conflicto o allí donde la libertad de expresión está muy restringida. Gracias a su profundo conocimiento del país, sus amplias redes y sus fuentes diferenciadas, aporta perspectivas diversas, cuestiona los relatos oficiales y contrarresta la desinformación, algo que puede resultar difícil para los medios extranjeros y peligroso para los locales. Si no hubiera medios de comunicación en el exilio, habría agujeros negros informativos y zonas de silencio sobre cuestiones que preocupan a comunidades a escala nacional y mundial4 .
5. Algunos periodistas en el exilio consideran que su trabajo es también una forma de preservar la lucha por la verdad, la justicia y la democracia en sociedades asediadas. Según un periodista, “vi a mi gente sufrir, morir asesinada, desaparecer por la fuerza. Quería ser su voz. Quería dar a conocer sus historias al mundo” 5 [cita traducida].
6. Los periodistas exiliados se encuentran a menudo en situaciones precarias, sienten que ellos y sus familias están expuestos a amenazas físicas, digitales y jurídicas por parte de sus Estados de origen, y no cuentan con un estatuto jurídico que les brinde seguridad ni un apoyo. para seguir ejerciendo su profesión adecuada en el país en el que están refugiados. Las periodistas separadas de sus familias y sin un estatuto jurídico reconocido corren mayor riesgo de sufrir abusos sexuales y explotación, sin que existan vías de reparación6 .
7. Muchos periodistas terminan abandonando su profesión a causa de temores relacionados con su seguridad o la de sus familias en el país de origen y por las dificultades a las que se enfrentan para sobrevivir económicamente y superar los numerosos retos que supone vivir en un país extranjero. . El exilio se convierte así en otra manera de silenciar las voces críticas, en otra forma de censura contra la prensa.
8. Los periodistas no están por encima de la ley, pero en virtud de su función y del interés público de la labor de revelación de información tienen derecho a una protección jurídica específica, ya sea en su país de origen o en el exilio. La comunidad internacional tiene que invertir mucho más en la protección y el apoyo a los periodistas y al periodismo en el exilio. En el Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad, aprobado en 2012, ni siquiera se menciona a los periodistas exiliados7 . No fue hasta 2022 cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) creó el proyecto Espacios Seguros para apoyar a los periodistas desplazados y en la diáspora y mantener vivo el periodismo de interés público en situaciones de crisis8 .
9. El objetivo del presente informe es arrojar luz sobre una categoría de periodistas que merecen una mayor protección y apoyo, tanto por su propio bien como por el interés general en lo que respeta a los derechos humanos, la libertad de los medios de comunicación, la paz y la democracia. Basándose en su anterior informe relativo al fortalecimiento de la libertad de los medios de comunicación y de la seguridad de los periodistas en la era digital9 , la Relatora Especial analiza los problemas, retos y amenazas a los que se enfrentan los periodistas en el exilio, así como las leyes, políticas y prácticas pertinentes de los Estados y las empresas que los agravan o tratan de resolverlos. Señala algunas políticas y prácticas y fórmulas recomendaciones a los Estados, las empresas digitales y de medios de comunicación, las organizaciones internacionales y la sociedad civil para reforzar la seguridad de los periodistas y la viabilidad de los medios independientes en el exilio.
10. La Relatora Especial agradece la información proporcionada por 10 Gobiernos, 36 organizaciones de la sociedad civil y una organización internacional, así como las consultas celebradas con expertos y otras partes interesadas, que sirvieron de base al informe.
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