Por Julio Petrarca
El pasado viernes se cumplió un nuevo aniversario del primer número de La Gazeta de Buenos Ayres, periódico pionero de nuestro país cuando recién comenzaba a quebrar la cadena que subordinaba estas tierras a la corona española. Junto con la liberación del poder hispano, La Gazeta fue el germen de una de las bases que sustentan el sistema democrático: la prensa libre e independiente. Coincidentemente, cada 7 de junio se celebra en la Argentina el Día del Periodista. En estos tiempos en los que la prensa independiente y crítica está bajo fuego del gobierno, vale la pena reeditar definiciones de algunos de los referentes de este oficio, el mejor del mundo al decir de Gabriel García Márquez.
Decidí reproducir afirmaciones del autor de Cien Años de Soledad (6-3-1927/17-4-2014) y del gran periodista argentino Tomás Eloy Martínez (16-7-1934/31-1-2010).
Dijo o escribió Tomás Eloy:
“La información está vinculada no solo con lo que vemos, sino con aquel espacio que no vemos, entonces lo que no vemos es más importante que lo que vemos”.
“La llama sagrada del periodismo es la duda, la verificación de los datos, la interrogación constante. Allí donde los documentos parecen instalar una certeza, el periodismo instala siempre una pregunta”.
“El periodista no es un policía ni un censor ni un fiscal. El periodista es, ante todo, un testigo: acucioso, tenaz, incorruptible, apasionado por la verdad, pero solo un testigo”.
“Preguntar, indagar, conocer, dudar, confirmar cien veces antes de informar: esos son los verbos capitales de la profesión más arriesgada y más apasionante del mundo”.
“El periodismo es un oficio extremadamente sensible, donde la más ligera falsedad, la más ligera desviación, puede hacer pedazos la confianza que se fue creando en el lector durante años”.
“Cada vez que un periodista arroja leña en el fuego fatuo del escándalo está apagando con cenizas el fuego genuino de la información”.
“El periodismo no es un acto de narcisismo, sino de servicio a los demás”.
“Ser periodista significa ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro. Y, a veces, también ser otro”.
De Gabriel García Márquez:
“Considero que mi primera y única vocación es el periodismo. Nunca empecé siendo periodista por casualidad –como mucha gente– o por necesidad, o por azar: empecé siendo periodista porque lo que quería era ser periodista”.
“La mejor noticia no es siempre la que se da primero sino muchas veces la que se da mejor”.
“Para ser periodista hace falta una base cultural importante, mucha práctica, y también mucha ética. Hay tantos malos periodistas que cuando no tienen noticias se las inventan”.
“La ética no es una condición ocasional, sino que debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón”.
“La investigación no es una especialidad del oficio sino que todo el periodismo debe ser investigativo por definición”.
“En un buen reportaje puede no haber buenos ni malos, sino hechos concretos para que el lector saque sus conclusiones”.
“El periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no la haya padecido puede imaginarse esa servidumbre que se alimenta de las imprevisiones de la vida. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso. Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente”.
PERFIL