Por Kevin Aragón
Harris Whitbeck asegura que su vocación por el periodismo corría en sus venas desde que estaba en la cuna, casi como un destino al que no podía negarse. Sin embargo, el camino para convertirse en uno de los comunicadores más reconocido alrededor el mundo, sobre todo durante su labor dentro la CNN no fue cosa sencilla.
“Uno siempre se encuentra aprendiendo a cómo ser periodista, en lo personal creo que donde mejor se aprende es en la calle. Cuando yo empecé a ejercer aún estaba estudiando y fue como más aprendí, cuando veía la forma en que trabajaban los reporteros de la televisión, cubriendo manifestaciones”, relata Whitbeck, en entrevista con El Sol de México.
“Fue ahí donde entendí la importancia de escuchar, de plantear una pregunta y realmente prestar atención a quien habla, estando en el presente, no pensando en el futuro ni en la siguiente pregunta. Eso no se enseña en ningún aula y es una forma de combatir el miedo (durante el ejercicio periodístico)”, agrega el reportero guatemalteco, autor del libro “El oficio de narrar sin miedo”.
Constantes: los que sufren y las desigualdades
El libro recopila las memorias de Whitbeck en sus más de 30 años de carrera profesional, durante los cuales documentó varios de los eventos más importantes de los últimos años del siglo XX y los primeros 25 de lo que va de este siglo XXI. Desde la disolución de la Unión Soviética y la caída de las Torres Gemelas, hasta el levantamiento zapatista y la Guerra de Afganistán.
Como reflexión de lo que representó escribir este libro, se le pregunta su opinión sobre los conflictos contemporáneos en varias de las regiones en las que hizo cobertura y que hoy continúan siendo espacios de preocupación internacional.

“A veces parece que por más que pasan las cosas, menos cambian. Con la Unión Soviética y lo que le sucedió después hubo grandes transformaciones, pero hubo cosas que nunca cambiaron y que siguen afectando directamente en la sociedad; en México pasó lo mismo.
“Lo que pienso ahora es que hay constantes en la vida que no cambian. Dos de ellas las pensé mientras estaba escribiendo este libro, hojeando y releyendo mis apuntes: Una que en los desastres naturales quienes sufren siempre son los más desamparados; y la otra la desigualdad y la falta de oportunidades. Esa ha sido y sigue siendo nuestra realidad”, afirma, aunque asegura que por eso hay la necesidad de que sigua habiendo periodismo que documente esta situación, lo que ayudará en algún momento resolverlas.
Cambio radical
Estas crónicas profundizan en los hechos a partir de la perspectiva personal de Whitbeck sin perder la crítica, ofreciendo una mirada más cercana del mundo que le tocó documentar.
“Cuando yo comencé a trabajar en CNN en 1990-91 viajar para realizar una cobertura implicaba llevar 40 cajas de equipo de televisión, luces, cámaras, tripies, equipo satelital. Pero ahora viajas con tu teléfono y la calidad de las imágenes que sacas aquí puede ser tan buena como esas”, relata el comunicador.
“La tecnología para mí es el cambio más radical que ha experimentado el periodismo, haciéndolo mucho más ágil, cambiando las expectativas de las audiencias. Pero esto a su vez me hace pensar en que hoy es más necesario que nunca que se documenten historias más profundas y de mayor contexto como las que cubrí y están en este libro. Lo que se ve en redes sociales, hay veces que carece de ello, en pro de la inmediatez”, opina.
Actualmente Harris Whitbeck se desempeña como director del Instituto Nacional de Turismo de Guatemala, lo cual le ha permitido acercarse a la realidad de las personas desde otra perspectiva. Sin embargo, asegura que el conocimiento aprendido como periodista ha sido crucial para entender las necesidades de la gente: “Ahora me doy cuenta que todo este andar me estaba llevando a donde estoy ahora”, finaliza.
El Sol de México