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Los arrecifes de coral enfrentan una recuperación incierta tras el cuarto evento de blanqueamiento masivo mundial: ¿pueden ayudar los refugios climáticos?

La Gran Barrera de Coral se extiende a lo largo de 2290 kilómetros frente a la costa noreste de Australia. Auscape/Universal Images Group vía Getty Image

Los arrecifes tropicales pueden parecer rocas inanimadas, pero estos coloridos paisajes marinos están formados por diminutos animales parecidos a medusas llamados corales. Mientras que los corales adultos construyen estructuras sólidas que se adhieren firmemente al fondo marino, los corales bebés no están confinados en sus arrecifes. Pueden desplazarse con las corrientes oceánicas a grandes distancias hacia nuevos lugares que podrían ofrecerles una mayor probabilidad de supervivencia.

Las ciudades submarinas que construyen los corales albergan aproximadamente una cuarta parte de todas las especies marinas conocidas . También son sumamente importantes para los humanos, ya que aportan al menos un billón de dólares al año en servicios ecosistémicos, como la protección de las costas contra los daños causados ​​por las olas y el apoyo a la pesca y el turismo.

Desafortunadamente, los arrecifes de coral se encuentran entre los entornos más vulnerables del planeta al cambio climático.

Desde 2023, el agua oceánica excepcionalmente cálida ha propiciado el cuarto blanqueamiento masivo de corales registrado en el planeta, causando una mortalidad generalizada en corales de todo el mundo. Se prevé que este tipo de daño empeore considerablemente en las próximas décadas a medida que aumente la temperatura oceánica.

Soy científico marino en Hawái . Mis colegas y yo intentamos comprender cómo podrían cambiar los arrecifes de coral en el futuro y si podrían formarse nuevos arrecifes en latitudes más altas a medida que los trópicos se vuelven demasiado cálidos y las regiones templadas se vuelven más acogedoras. Los resultados nos traen buenas y malas noticias.

Los corales pueden crecer en nuevas áreas, pero ¿prosperarán?

Los corales bebés pueden flotar libremente con las corrientes oceánicas , recorriendo potencialmente cientos de kilómetros antes de establecerse en nuevas ubicaciones. Esto permite que su distribución cambie con el tiempo.

Las principales corrientes oceánicas pueden transportar crías de coral a mares templados. Si se forman nuevos arrecifes de coral allí a medida que las aguas se calientan, estas áreas podrían servir de refugio para los corales tropicales, reduciendo así su riesgo de extinción.

Los científicos saben, gracias al registro fósil, que los arrecifes de coral se han expandido anteriormente . Sin embargo, persiste una gran pregunta: ¿Pueden los corales migrar con la suficiente rapidez para adaptarse al cambio climático causado por los humanos? Desarrollamos una simulación de vanguardia para encontrar la respuesta.

Estudios de campo y laboratorio han medido cómo el crecimiento de los corales depende de la temperatura, la acidez y la intensidad de la luz. Combinamos esta información con datos sobre las corrientes oceánicas para crear una simulación global que representa cómo los corales responden a un entorno cambiante, incluyendo su capacidad de adaptación a través de la evolución y el cambio de sus áreas de distribución.

Luego, utilizamos proyecciones climáticas futuras para predecir cómo los arrecifes de coral podrían responder al cambio climático.

Descubrimos que los arrecifes de coral tardarán siglos en desplazarse de los trópicos. Este proceso es demasiado lento para que los mares templados salven a las especies de coral tropicales, que se enfrentan a graves amenazas ahora mismo y en las próximas décadas.

Cómo se forman los arrecifes de coral.

¿Ciudades submarinas en movimiento?

Con las políticas actuales de emisiones de gases de efecto invernadero de los países , nuestras simulaciones sugieren que los arrecifes de coral se reducirán a nivel mundial un 70 % adicional este siglo, a medida que las temperaturas oceánicas siguen aumentando. Aunque parezca desalentador, en realidad es ligeramente más optimista que estudios previos que pronosticaban pérdidas de hasta el 99 % .

Nuestras simulaciones sugieren que las poblaciones de coral podrían expandirse en algunos lugares este siglo, principalmente en el sur de Australia, pero estas expansiones podrían alcanzar solo unas 2400 hectáreas (6000 acres). Aunque parezca mucho, prevemos una pérdida de alrededor de 4 millones de hectáreas (10 millones de acres) de coral durante el mismo período.

En otras palabras, es poco probable que veamos nuevos arrecifes de coral de estilo tropical importantes formándose en aguas templadas durante nuestras vidas, por lo que la mayoría de los corales tropicales no encontrarán refugio en mares de latitudes más altas.

Aunque se pronostica que las temperaturas del agua adecuadas para los corales se expandirán hacia los polos alrededor de 40 kilómetros por década , los corales enfrentarían otros desafíos en nuevos entornos.

Nuestra investigación sugiere que la expansión del área de distribución de los corales se ve limitada principalmente por un crecimiento más lento en latitudes más altas, no por la dispersión . Alejándose del ecuador, la intensidad de la luz disminuye y la temperatura se vuelve más variable, lo que reduce el crecimiento y, por lo tanto, la tasa de expansión del área de distribución de muchas especies de coral.

Es probable que con el tiempo se formen nuevos arrecifes de coral más allá de su distribución actual, como lo demuestra la historia, pero nuestros resultados sugieren que esto puede llevar siglos.

Algunas especies de coral están adaptadas a las condiciones ambientales más desafiantes de latitudes más altas, y estos corales están aumentando en abundancia , pero son mucho menos diversos y estructuralmente complejos que sus contrapartes tropicales.

Los científicos han utilizado la migración asistida por el hombre para intentar restaurar los arrecifes de coral dañados mediante el trasplante de corales vivos. Sin embargo, la restauración de corales es controvertida, ya que es costosa y no puede ampliarse a escala global . Dado que la expansión del área de distribución de los corales parece verse limitada por las condiciones ambientales adversas en latitudes más altas, en lugar de por la dispersión, es improbable que la migración asistida por el hombre contribuya a su expansión más rápida.

Es importante destacar que estos posibles refugios en latitudes más altas ya cuentan con ecosistemas ricos y distintivos . El establecimiento de corales tropicales en dichos ecosistemas podría perturbar las especies existentes, por lo que una expansión rápida podría no ser beneficiosa desde el principio.

No se conoce ninguna alternativa para reducir las emisiones

A pesar del entusiasmo por la restauración de los corales, hay poca evidencia que sugiera que métodos como este puedan mitigar el declive global de los arrecifes de coral.

Como muestra nuestro estudio, la migración tardaría siglos, mientras que el daño más severo del cambio climático a los corales ocurrirá dentro de décadas, lo que hace poco probable que los mares subtropicales y templados puedan actuar como refugios de coral.

Lo que puede ayudar a los corales es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que impulsan el calentamiento global. Nuestro estudio sugiere que reducir las emisiones a un ritmo más rápido, de acuerdo con el Acuerdo de París sobre el Clima , podría reducir la pérdida de corales a la mitad en comparación con las políticas actuales. Esto podría mejorar la salud de los arrecifes durante siglos.

Esto significa que aún hay esperanza para estos ecosistemas de coral irremplazables, pero el tiempo se acaba.

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