Las autoridades vietnamitas han impedido que un periodista de la BBC abandone el país y lo han sometido a días de interrogatorio, en un caso de libertad de prensa que sale a la luz durante una visita de alto perfil del líder de Vietnam al Reino Unido.
El periodista, ciudadano vietnamita que vive y trabaja en Tailandia, había regresado a su país de origen en agosto para renovar su pasaporte, según una fuente con conocimiento de la situación.
Aunque les volvieron a expedir el pasaporte, la policía lo retuvo y los interrogó durante varios días, haciéndoles preguntas sobre su trabajo periodístico, según indicó la fuente, que habló bajo condición de anonimato.
Los amigos del periodista esperan que su caso pueda ser planteado por el primer ministro británico, Keir Starmer, quien recibe al líder de Vietnam, el secretario general Tô Lâm, que llegó al Reino Unido el martes.
Tras ser consultada, la BBC confirmó que uno de sus periodistas “no había podido salir de Vietnam durante varios meses porque las autoridades le habían retenido su documento de identidad y su pasaporte renovado”.
“Durante este tiempo, nuestro periodista fue sometido a varios días de interrogatorios por parte de las autoridades. El periodista de la BBC se encontraba en Vietnam para renovar su pasaporte de forma rutinaria y para visitar a su familia”, indicó el medio de comunicación en un comunicado.
“Estamos profundamente preocupados por el bienestar de nuestro periodista e instamos a las autoridades a que le permitan salir del país de inmediato, entregándole su pasaporte renovado para que pueda regresar a su trabajo”, agregó.
Vietnam sigue siendo un entorno extremadamente restrictivo para los periodistas, quienes no pueden ejercer su profesión libremente en un estado unipartidista controlado por el Partido Comunista. Los medios de comunicación nacionales están fuertemente censurados y los disidentes son encarcelados con frecuencia.
En mayo, la edición impresa de The Economist, que presentaba a Tô Lâm en su portada, fue prohibida en el país , como parte de una larga serie de actos de censura de los medios de comunicación por parte de las autoridades.
Phil Robertson, director de Asia Human Rights and Labour Advocates, afirmó que cuando Lâm estuvo en Londres, fue necesario recibirlo “con exigencias claras e implacables” para que se le entregara su pasaporte y se le permitiera volar inmediatamente a Bangkok.
“Si no se actúa ahora, es probable que este periodista sea arrestado o sufra consecuencias aún peores a manos del Ministerio de Seguridad Pública de Vietnam”, añadió. “El primer ministro Starmer debe dejar muy claro al general Tô Lâm que la relación entre el Reino Unido y Vietnam no puede fortalecerse a base de flagrantes violaciones de la libertad de prensa y los derechos humanos”.
Las autoridades vietnamitas muestran poca tolerancia hacia la disidencia y mantienen un férreo control sobre los medios de comunicación. Reporteros Sin Fronteras ( RSF) la sitúa entre los peores países del mundo en materia de libertad de prensa, ocupando el puesto 173 de un índice de 180 países. RSF describe a Vietnam como «una de las mayores cárceles del mundo para periodistas».
Se ha solicitado una declaración al gobierno vietnamita.
The Guardian