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El misterio rodea la muerte de dos periodistas en Bangladesh 10 años después

Bangladesh.- El misterio sigue envolviendo el extraño asesinato de la pareja de periodistas Sagar Sarowar y Meherun Runi en Bangladesh, un suceso del que este viernes se cumplen diez años, y sobre el que las investigaciones siguen sin aclarar nada pese a las protestas de sus familiares y compañeros reclamando justicia.

Sarowar y Runi, una pareja de reporteros de cadenas televisivas bangladesíes, fueron asesinados en extrañas circunstancias el 11 de febrero de 2012 en el apartamento capitalino en el que residían, y todavía se desconoce la identidad de los asaltantes o el motivo del ataque.

«Sentimos que es humillante buscar justicia porque está claro que ellos (las autoridades) no la quieren. Esperamos que se haga justicia incluso si pasan 20 o 30 años», dijo a Efe el hermano menor de la fallecida, Nowsher Roman.

El hijo de la pareja tenía cinco años cuando, mientras se encontraba en su habitación, sus padres fueron asesinados en otro dormitorio. Ahora, convertido en un adolescente, se hace cada vez más preguntas, interrogando a la familia o buscando en Internet.

«Ha creado un mundo propio para sí mismo, juega al críquet y diseña camisetas», explica su tío, mientras asegura que siente vergüenza de seguir insistiendo diez años después a la justicia para que avancen en el interminable caso, y así poder finalmente resolver las dudas del adolescente.

EN EL DIQUE SECO

El último progreso de la investigación data de este mes de enero, cuando un tribunal de Dacca solicitó a una agencia de investigación que presentara antes del 23 de febrero un nuevo informe sobre el estado del caso.

Esta será la vista judicial número 85 desde que se inició la investigación, sin que ninguno de los distintos encargados hayan desvelado el misterio.

La policía y su sección de detectives fueron los primeros en investigar el suceso durante los primeros meses, pero al no progresar, la responsabilidad pasó en abril al todopoderoso Batallón de Acción Rápida (RAB), quien desde entonces maneja el asunto.

Pero transcurrida una década, y a pesar de que el RAB nombró hasta a seis oficiales distintos al frente de las pesquisas, ninguno tuvo éxito.

El superintendente de policía, Shafiqul Alam, es quien actualmente ostenta ese puesto, pero preguntado por Efe sobre los avances, rechazó hacer comentarios.

No obstante, un portavoz del batallón explicó a Efe que recientemente enviaron los hisopos bucales de 25 sospechosos al laboratorio Independiente de Servicios Forenses (IFS) de Estados Unidos para realizar pruebas de ADN, y que ahora «se está investigando sobre los informes» que recibieron.

Estos avances siguen siendo, sin embargo, insuficientes para los familiares de las víctimas, quienes aseguran que el RAB apenas ha mostrado interés por el asunto en los últimos años.

«El RAB no está haciendo nada (…) El año pasado nos llamaron por teléfono e hicieron algunas preguntas básicas, (como) quiénes estaban en casa en ese momento o qué hora era, pero no es momento de hacer estas preguntas, es hora de ahorcar a los asesinos», aseguró Roman.

DECEPCIÓN GENERALIZADA

La decepción con el retraso de la investigación va más allá de la familia, y se extiende también entre los amigos de las víctimas.

«Estamos muy decepcionados. Un asesinato tan sensacional, y ni siquiera un juicio. Hasta hoy ni siquiera sabemos quién hizo esto y por qué lo hizo», dijo a Efe Rezwanul Haque Raja, amigo de Sarowar, que trabaja también en televisión.

Raja observa con recelo las «más de 80» veces que los investigadores han acudido a los tribunales, y denuncia que quizás exista «presión desde algún lugar», aunque se desconoce de quién.

Cuestionado sobre el caso, el abogado del Tribunal Supremo y activista de derechos humanos, Zi Khan Panna, culpa de la tardanza a la ausencia de una buena gobernanza en Bangladesh.

«No es un ejemplo único de retraso en una investigación. Si no hay Estado de derecho, estas cosas siempre pueden suceder», añadió Panna.

Por el momento, las fuerzas de seguridad han detenido a ocho sospechosos por el asesinato, aunque solo seis están en prisión, después de que dos de ellos obtuvieran la libertad bajo fianza.

La ministra de Interior cuando ocurrió el suceso, Sahara Khatun, prometió llevar a los asesinos ante la justicia en 48 horas, pero dejó su cargo siete meses después sin obtener resultados.

Este doble asesinato desató protestas en el país, especialmente entre los periodistas, que exigen justicia.

La organización Unidad de Reporteros de Dacca, de la que forman parte más de 2.000 periodistas en la capital, anunció un programa de tres días para exigir justicia por la pareja, que empezó anoche con una vigilia con velas y continúa este viernes con una manifestación.

«Seguiremos buscando justicia por el asesinato. Han pasado diez años y aún no se ha podido identificar a los asesinos. También queremos que el Gobierno investigue a qué se debe el retraso», dijo a Efe el secretario general de la organización, Nurul Islam Hasib.

Azad Majumder

EFE