A comienzos de los años 90, el periodista Mario Prada Díaz, oriundo de Barrancabermeja, Santander, llegó al municipio de Sabana de Torres con el propósito de ejercer su profesión en medios locales. A mediados de 1999 fundó Horizonte Sabanero, un diario mensual que se dedicaba a cubrir temas de desarrollo social, cultural y comunitario, y para 2002 ya se había expandido hasta Barrancabermeja y Puerto Wilches.
Prada también ejerció como secretario del concejo de la Unión Patriótica, lo cual conllevo estigmatizaciones y relacionamiento con la guerrilla. Sabana de Torres, a dos horas y media de Bucaramanga, padeció el conflicto armado, y para finales de los noventa y comienzos del 2000 había una disputa territorial por parte de grupos paramilitares y guerrilleros.
Alberto Bretón, amigo cercano a Mario Prada, recuerda que como profesional estaba muy interesado en temas como la corrupción o el orden social: “un periodista que le gustaba investigar las cosas que pasaban en el municipio, le gustaba que las cosas funcionaran, pero de pronto a algunas personas no les agradaba que hablara abiertamente de ciertos asuntos”. Curiosidad o compromiso, lo cierto es que veló por los intereses y los recursos de su comunidad, “me parece que tenía buenas intenciones, pero en mi concepto era peligroso decir las cosas, no más con decirlas ya se estaba metiendo en un problema”, afirmó Bretón.
La autocensura para él no fue nunca una opción y por eso en una publicación, que luego se convertiría en su última editorial, denunciaba el mal manejo en la administración de los recursos municipales. “Los pueblos por lo general deben tener periodistas porque a la corrupción le fascina que nadie la cuestione, es feliz cuando nadie dice nada, y los pueblos están reducidos a quedar en la calle cuando hay dirigentes corruptos que se roban todo el presupuesto y más en un municipio tan rico como lo es Sabana de Torres”, adiciona Bretón.
“Mario era una de esas personas entregadas a decir la verdad de lo que está sucediendo, y decir la verdad en estos municipios en situaciones en las que hay actores armados es un peligro. Decir la verdad es casi ponerse en la mira de un asesino”, afirmó su amigo. En una conversación con Mario, Bretón le había aconsejado que se fuera del municipio debido a que la situación era compleja y había muchas personas que criticaban el trabajo que realizaba.
El 10 de julio del 2002, un día antes de la desaparición del periodista, algunos medios de comunicación de la zona habían manifestado su rechazo por la intimidación a la prensa local por parte de grupos al margen de la ley, y pedían que se respetara el derecho a informar de manera libre, veraz e imparcial. El 11 de julio se dejó de tener conocimiento sobre el paradero del periodista, y al día siguiente fue hallado su cuerpo con cuatro impactos de bala en la cabeza en un sector conocido como Los Pinos.
Con la muerte de Prada, el diario Horizonte Sabanero desapareció y este territorio se sumó a la lista de los municipios más complejos para hacer periodismo en Colombia.
FLIP.