Hong Kong.- La Asociación de Periodistas de Hong Kong (HKJA) denunció el viernes un ataque sistemático y organizado contra periodistas en la ciudad semiautónoma, que ha impactado al menos a trece medios de comunicación, una campaña de hostigamiento que afirman se ha manifestado a través de acoso y amenazas.
La organización de periodistas más antigua de la excolonia británica reveló en rueda de prensa que, desde junio, decenas de profesionales de medios de comunicación recibieron correos electrónicos y cartas con contenido difamatorio en sus domicilios, lugares de trabajo y otros ámbitos.
Entre los periodistas atacados figuran los de Hong Kong Free Press, InMedia, HK Feature y los miembros del comité ejecutivo de la HKJA.
Según la HKJA, al menos quince periodistas recibieron notificaciones enviadas a familiares, arrendadores, empleadores y organizaciones con las que están vinculados, amenazando a los destinatarios con posibles infracciones a la Ley de Seguridad Nacional si persistían en su relación con los reporteros.
No obstante, el sindicato declaró desconocer el modo en que los promotores obtuvieron la identidad de los redactores, y se mostró alarmado por las filtraciones potencialmente ilícitas de datos gubernamentales o privados.
Al parecer, el acoso incluyó insultos en redes sociales y amenazas de muerte, con fotos de periodistas junto a cuchillos y dianas de tiro enviadas a sus familiares en un intento de intimidación, mientras la HKJA informó de que al menos 36 periodistas han sido nombrados y sus imágenes compartidas en grupos privados de Facebook.
La HKJA calificó los ataques como una “grave injerencia en la libertad de prensa” y animó a los afectados a notificar el acoso a sus jefes y presentar denuncias ante la Policía.
Hong Kong ha retrocedido hasta el puesto 135 de 180 países y territorios en el último índice de libertad de prensa publicado por Reporteros sin Fronteras, situándose entre Filipinas y Sudán del Sur.
Según esta organización, la ex colonia británica «ha sufrido una serie de reveses sin precedentes desde 2020», cuando Pekín impuso una controvertida ley de seguridad nacional para reprimir la disidencia política en el territorio, tras meses de protestas y disturbios en favor de la democracia.
Desde la entrada en vigor de la norma cientos de organizaciones de la sociedad civil y activistas han puesto fin a sus actividades o han abandonado la ciudad, incluidos grupos políticos, organizaciones no gubernamentales, sindicatos y defensores de los derechos humanos.
Además, Hong Kong ha sido testigo del cierre de medios como Apple Daily y Stand News, que cesaron operaciones tras redadas policiales y la detención de sus principales responsables, mientras las autoridades insisten en que la libertad de prensa está “respetada y protegida” en el territorio.
Asimismo, en marzo de este año entró en vigor la nueva Ordenanza de Salvaguarda de la Seguridad Nacional, o Artículo 23, que tipifica una serie de crímenes que pueden acarrear una pena máxima de cadena perpetua, entre ellos la traición, insurrección o connivencia con fuerzas externas.
La reforma ha generado un intenso debate y ha sido objeto de críticas por parte de países democráticos y algunas organizaciones, que prevén el comienzo de una “nueva era de autoritarismo” que podría socavar el principio de “un país, dos sistemas”, clave para la autonomía y el estatus especial de la ciudad.
EFE SWI