Consulta: ¿Cómo proceder y actuar cuando una de mis fuentes, que además es quien encabeza el reportaje, fallece días previos a la publicación del trabajo? Jacqueline Miranda, El Salvador.
Responde Yolanda Ruiz
Si no hubo ningún acuerdo de reserva del contenido que se deba considerar y si la fuente tenía claro que la información que ofrecía se iba a utilizar para ser publicada, no hay razones para no hacerlo. Ahora bien, el periodista debe evaluar también si las condiciones de la muerte (por ejemplo si es una muerte violenta) ameritan un desarrollo adicional del trabajo periodístico. Si las circunstancias de la muerte están relacionadas con el contenido del reportaje, se debería investigar más y dar al trabajo el contexto que requiere ante la nueva realidad.
¿Se puso en riesgo la fuente por sus declaraciones? ¿Su muerte cambia de alguna manera el contenido del reportaje? ¿Sus declaraciones pueden afectar a terceros? ¿Hay elementos que puedan ser sensibles para una familia en duelo? Las circunstancias pueden llevar al periodista a ampliar su trabajo o a tomar el tiempo prudencial antes de publicar. Lo que sería un reto ético es sacar un reportaje en el que se hace una denuncia contra la persona que ha fallecido y esta no ha tenido oportunidad de dar su versión de los hechos. Sin embargo, la muerte de una fuente no es razón en sí misma para no publicar.
En no pocas ocasiones se publican entrevistas, reportajes o trabajos que se convierten en declaraciones póstumas de fuentes que fallecieron mientras se hacía el trabajo de producción periodística. A veces, incluso, después de una muerte publicar es necesario y es una manera de honrar la memoria de alguien.
Fundación GABO