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Cómo periodistas brasileños se preparan para afrontar deepfakes en las elecciones municipales

Por Júlio Lubianco y Pollyanna Brêtas

El 14 de abril, el alcalde de Guarulhos, ciudad de 1,2 millones de habitantes en la Región Metropolitana de São Paulo, publicó en Instagram un video generado mediante inteligencia artificial (IA) de una multitud con un coro que decía “Fuera PT” (Fuera Partido de los Trabajadores). El tribunal ordenó la eliminación del video de la red social y multó al alcalde con 5.000 reales (cerca de US $885).

El episodio ilustra la magnitud del desafío para periodistas brasileños que planean cubrir las elecciones municipales del 6 de octubre. La ciudadanía brasileña acude a las urnas para elegir alcaldes, vicealcaldes y concejales en 5.565 ciudades de todo el país. Como en elecciones anteriores, la desinformación en línea requiere especial atención, particularmente por la velocidad a la que se difunde el contenido y la creciente sofisticación de las técnicas de manipulación de la información, como los deepfakes.

Deepfakes son videos, audios e imágenes falsas que parecen auténticos, como el publicado por el alcalde de Guarulhos. En el contexto electoral, pueden tratarse de videos en los que un candidato parece decir o hacer algo que en realidad nunca ocurrió, realizando declaraciones polémicas u ofensivas, o en situaciones comprometedoras o que distorsionan la realidad para engañar a electores.

El Tribunal Superior Electoral (TSE), órgano judicial responsable del proceso electoral, prohibió a partidos y candidatos utilizar los llamados deepfakes. La legislación electoral también determina que los contenidos desarrollados con herramientas de IA estén debidamente identificados. Pero en la práctica, la regulación por sí sola no impide la creación y el intercambio de este contenido.

En este contexto, las redacciones brasileñas están adoptando una serie de medidas para incrementar los instrumentos de reportería y evitar errores en la cobertura electoral. La iniciativa más ambiciosa y completa está liderada por Projeto Comprova, un consorcio liderado por la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji), formado por 42 medios de comunicación que crearon un grupo de trabajo de 111 periodistas para verificar noticias falsas y deepfakes durante la campaña para elecciones municipales.

Grupo de periodistas durante la capacitación de Comprova en São Paulo. El consorcio está atento a contenidos falsos que podrían reutilizarse en la campaña 2024. (Foto: Marco Túlio Pires)

Algunas de las estrategias empleadas por el consorcio para preparar a los periodistas participantes para la cobertura incluyen videos explicativos, textos sobre el funcionamiento operativo de nuevas herramientas de IA y la anticipación de contenidos falsos que circularon en otras elecciones y que podrían volver a utilizarse.

“Es importante que los periodistas consuman información sobre cómo se utiliza la IA y vean cómo funciona y cuán difícil es. El punto más delicado es la generación de contenidos desde cero, lo que requiere identificar una curva mayor”, dijo José Antonio Lima, editor asistente de Comprova, a LatAm Journalism Review (LJR).

“Otro aspecto triste es que quienes desinforman intentan y consiguen empobrecer el debate. Esto forma parte de los objetivos de socavar el trabajo de los mediadores del debate público, socavar las creencias de la gente y hacer aceptables los absurdos”, añadió.

Chequear la información compartida en redes sociales y verificar rumores son ya tareas incorporadas al día a día de innumerables redacciones. En los años electorales, el trabajo ha aumentado a medida que candidatos y simpatizantes se empeñan en difundir noticias falsas como estrategia de campaña.

Agência Lupa, medio pionero en la lucha contra la desinformación en Brasil, sigue con preocupación, pero también con cautela, la aparición de deepfakes en el contexto electoral. Esto se debe a que aún existen pocos datos sobre la incidencia de este contenido y su impacto en el proceso electoral.

“La incidencia ha aumentado, sí, pero muy lentamente. Hemos notado que en los primeros meses de este año hicimos más controles que el año pasado. Pero no me parece que los datos sean consistentes hasta el punto de poder decir que este será o no el gran problema de esta elección”, dijo a LJR Natalia Leal, directora general de Agência Lupa.

“Los audios son nuestro mayor punto de preocupación, porque para las imágenes, tanto videos como fotografías, ya contamos con una tecnología de soporte para la identificación muy desarrollada. En el caso de los audios, es prácticamente un trabajo forense, que considero que está un poco más allá de lo que nosotros, como periodistas y verificadores de datos, tenemos las habilidades y herramientas para afrontar en este momento”, añadió.

Muchas campañas para pocos verificadores

Las elecciones municipales plantean un desafío adicional. En una contienda presidencial, todo el país se moviliza en una sola campaña. La cobertura también está más enfocada durante las elecciones estatales. A nivel municipal hay más de 5.000 ciudades diferentes y decenas de miles de candidatos.

La periodista Luiza Alcântara e Silva, del diario Folha de S.Paulo, se dedica a investigar y verificar información desde hace cuatro años. Evalúa que, al cubrir el entorno político, los profesionales siempre han convivido con mentiras e imprecisiones creadas por políticos, pero la escala industrial de la desinformación contribuyó a deconstruir la imagen de los medios periodísticos.

“Me preocupa la cobertura de las elecciones municipales porque tienen un alcance un poco menor al estar más localizadas. Si bien la estrategia inicial se ha centrado principalmente en los grandes centros urbanos, nuestro plan es adoptar un enfoque más nacional, teniendo en cuenta a todas las ciudades. Para ello, estamos realizando una encuesta detallada de los candidatos y planificando un seguimiento efectivo”, dijo Silva a LJR.

Bruna Barone, de BandNews, durante un panel de verificación en redes sociales. Ella destaca la ayuda de los oyentes a la hora de identificar contenidos que se pueden comprobar. (Foto: Archivo personal)

Es imposible, sin embargo, verificar toda la desinformación disponible, especialmente teniendo en cuenta el aumento del volumen de este contenido durante los periodos electorales.

En BandNews, una red de radio nacional exclusivamente noticiosa, el criterio para investigar incluye el número de veces que es compartida y el interés de los oyentes. Estos factores ayudan a filtrar lo que se está discutiendo y priorizar lo más relevante. La participación de la emisora ​​en Comprova contribuye a ampliar la oferta de verificaciones al público.

“Nuestro enfoque ha sido intensificar la atención en todo lo relacionado con las elecciones. La radio utiliza mucho el material producido por Comprova, seleccionando temas relevantes y distribuyendo bien nuestras verificaciones”, dijo a LJR Bruna Barone, periodista y coordinadora regional de BandNews, en São Paulo.

Alfabetización de la audiencia

Si hay una buena noticia es que a medida que el fenómeno de las noticias electorales falsas en las redes sociales deja de ser nuevo, la audiencia, en teoría, está cada vez más atenta y es menos probable que se deje engañar. Con esto se convierte en una aliada de los periodistas que cubren la campaña. En las verificaciones de Comprova, el 90% del contenido es enviado por lectores.

“La lucha contra la desinformación es comparable a una competición entre tecnología y contratecnología, similar al dopaje y al antidopaje en el deporte. A pesar de los esfuerzos, los textos escritos en WhatsApp y los memes siguen difundiéndose. Aunque hay contenidos más sofisticados que todavía engañan, la educación mediática es un punto crucial para mejorar la capacidad de los lectores para identificar y cuestionar información falsa”, afirmó Lima.

Para Sérgio Lüdtke, editor en jefe de Projeto Comprova, coordinador de Atlas da Notícia y presidente de Projor, el talón de Aquiles de la lucha contra la desinformación es el seguimiento. El número de plataformas ha ido creciendo mientras que otras están más cerradas. X (anteriormente conocido como Twitter), por ejemplo, cobra por el acceso a su API desde febrero de 2023. Meta descontinuará Crowdtangle, una herramienta de monitoreo de Facebook e Instagram, en agosto.

“Lo que estamos notando es que están cerrando las puertas de seguimiento. La LGPD (Ley General de Protección de Datos, legislación brasileña que regula internet) también cierra puertas, a pesar de ser importante. Lo que veo para el periodismo profesional es que necesitamos ampliar nuestra capacidad y nuestra perspectiva sobre el seguimiento”, dijo Lüdtke a LJR. “Por lo tanto, necesitamos el apoyo de la audiencia para detectar el contenido tempranamente, antes de que se vuelva viral. Necesitamos que el público comprenda que la verificación lleva tiempo y que existe un canal de denuncia de contenido sospechoso”.

Traducido por Silvia Higuera Flórez

LatAm Journalism Review (LJR).