Pekín, China.- El periodista independiente, fotoperiodista y realizador chino Du Bin permanece detenido tras haber sido arrestado en su domicilio de Pekín el pasado 15 de octubre.
Esta es la tercera detención de Du Bin. En esta ocasión fue trasladado inicialmente a la comisaría de Gaoliying, y posteriormente enviado al centro de detención de Shunyi. Está acusado de “provocar peleas y crear problemas” — una figura jurídica que, denuncian organizaciones de prensa y derechos humanos, se usa con frecuencia para silenciar el periodismo independiente.
La familia del periodista afirma que las autoridades se han negado a entregar los documentos oficiales del arresto, lo que impide una defensa transparente.
Du Bin ha sido un denunciante activo de la represión, la censura estatal y las violaciones de derechos humanos en China. Entre sus trabajos se cuentan investigaciones sobre masacres históricas —como la de la plaza de Tiananmen—, abusos en campos de trabajo, persecución religiosa y opresión de minorías.
Anteriormente trabajó como fotógrafo para la oficina de Pekín del The New York Times entre 2004 y 2011, hasta que la presión estatal lo obligó a abandonar.
El arresto actual viene precedido por años de hostigamiento. En 2013 fue detenido por un mes tras publicar un documental sobre torturas en el campo de trabajo Masanjia, y en 2020 también fue arrestado brevemente bajo la misma acusación de “provocar problemas”.
La Asociación Mundial de Periodistas ha condenado la detención como arbitraria y exigido la liberación inmediata y sin condiciones de Du Bin, al considerar que se trata de un intento deliberado de sofocar el periodismo independiente en China.
Organizaciones internacionales de derechos humanos advierten que este caso es parte de un patrón amplio de persecución contra periodistas, defensores de derechos humanos y críticos del gobierno en el país.
El arresto de Du Bin coincide con un contexto general de represión contra la libertad de expresión en China. Informes recientes destacan la intensificación de la censura, la vigilancia estatal y el uso sistemático de cargos judiciales ambiguos para silenciar voces disidentes.
La detención de Du Bin subraya la grave situación que enfrentan los periodistas independientes en China: un entorno donde informar sobre abusos del poder puede llevar al encarcelamiento arbitrario, a la intimidación y al hostigamiento permanente.
