La impunidad también mata.
Madrid, España.- Cada 2 de noviembre, el mundo recuerda una verdad dolorosa que aún no cesa: miles de periodistas han sido silenciados por ejercer su oficio, y la mayoría de esos crímenes permanecen impunes. Este día no es solo una conmemoración, es un clamor de justicia y un llamado urgente a la acción.
Desde la Asociación Mundial de Periodistas (AMP), alzamos la voz en nombre de todos aquellos profesionales de la información que fueron asesinados por revelar verdades incómodas, denunciar abusos de poder o mostrar la realidad que otros querían ocultar. La impunidad de sus muertes no solo hiere a sus familias o a sus redacciones: hiere al periodismo, debilita a las sociedades y fortalece a los verdugos del silencio.
En los últimos años, el mundo ha sido testigo de una violencia creciente contra la prensa. Periodistas han caído en zonas de conflicto como Gaza, Ucrania y Sudán, donde informar se ha convertido en un acto de valentía extrema. En México, Haití, Filipinas y Colombia, el ejercicio del periodismo sigue siendo una profesión de alto riesgo, marcada por el asesinato, la censura y la intimidación. Y en demasiados de estos casos, la justicia nunca llega.
Cada crimen no investigado, cada expediente archivado, cada gobierno que calla o protege a los responsables, se convierte en cómplice del miedo. Y en el periodismo, el miedo es el primer paso hacia la censura. Por eso, este día representa una oportunidad para exigir que los Estados asuman su responsabilidad en la protección de periodistas y en la persecución efectiva de los autores materiales e intelectuales de estos asesinatos.
La AMP reafirma su compromiso con la defensa de la integridad y el libre ejercicio del periodismo, la protección de la vida de los comunicadores y la promoción de campañas internacionales contra la impunidad. Ningún periodista debería morir por informar. Ninguna sociedad debería aceptar que su voz sea acallada sin justicia.
La memoria de los periodistas asesinados nos obliga a continuar su lucha. Honrar su legado significa no olvidar, no rendirse y no permitir que la verdad se entierre junto a ellos.
Porque cuando un periodista es asesinado y su crimen queda impune, el mensaje que se envía es devastador: que la verdad no importa.
Y precisamente por eso, debemos seguir informando, denunciando y resistiendo.
Asociación Mundial de Periodistas
Defendiendo la verdad, protegiendo la vida.