El escritor colombiano Gabriel García Márquez dejó para la posteridad su obra cumbre «100 años de soledad» (1967). Antes de eso era periodista. Sus inquietudes sociales estuvieron presentes en ambas profesiones.
El oficio se ha ido transformando y el Premio Nobel de Literatura 1982 lo presintió cuando en marzo del 1995 decidió crear la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) ahora conocida como Fundación Gabo, con el fin de incentivar la calidad y proyección de lo que consideró «el mejor oficio del mundo».
Para hablar del periodismo y la literatura desde la perspectiva del laureado escritor (1927-2014), Jaime Abello Banfi, el director de la Fundación Gabo, conversó con Diario Libre durante una breve visita a República Dominicana.
«Yo creo que el reto principal del periodismo es merecer la más amplia confianza de la ciudadanía, es decir, de la audiencia. Es reconciliarse con la gente; hacer que la gente pueda creer en los periodistas», afirma el intelectual.
Sostiene que se vive en una época compleja en la que, incluso, los periodistas han sido sometidos a una crítica política implacable de sectores especialmente politicos… «No les interesa que haya un periodismo vigilante. Por eso prefieren desvirtuarlo, tratar de desacreditarlo».
El escritor reflexiona, además, de la sostenibilidad de los medios y apunta que en la medida en que el oficio profesional es reconocido como un bien de interés público «tenemos que preguntarnos cómo nos vamos a hacer cuando el mercado no es lo único que puede sostener la actividad periodística».
Por último, llama a no dejar que la tecnología borre el oficio. «Ahora que viene la Inteligencia Artificial tenemos que montarnos en eso y tratar de conducir el proceso y no ser víctimas como lo fuimos respecto a otras tecnologías anteriores».
De hecho, Gabo lo dijo en una entrevista: «Los periodistas se han extraviado en el laberinto de una tecnología disparada sin control hacia el futuro».
¿Cómo define a Macondo?
Macondo en Santo Domingo es el nombre de la exposición que puede visitarse en el Centro Cultural Banreservas. El término Macondo también se usa comúnmente para referirse a la idiosincrasia de un grupo poblacional determinado, así como una especie de crítica social a la realidad de un país y quienes lo dirigen.
Jaime Abello Banfi dio a DL una interesante reflexión. «Macondo es un nombre que se ha vuelto universal. Tiene unas raíces muy específicas y esas raíces están en el Caribe. Es una raíz que arranca del Caribe Colombiano y llega a todas las islas, muy especial a República Dominicana y Cuba», expresa.
Al Gabo lo define como un caribeño vital y siempre estuvo orgulloso y plasmó el territorio de donde venía él y su familia (Aracataca).
En torno a ese universo caribeño creó Macondo. «En la música está presente, por ejemplo, ustedes conocen aquí el vallenato y nosotros conocemos allá perfectamente el merengue y compartimos con gusto el instrumento musical del acordeón».
Tras hacer esta puntualización, expresa que, efectivamente, «Macondo nos pertenece a todos».
«El Macondo dominicano tiene la virtud de ser un diálogo creativo entre el maestro José Cestero y el texto y la memoria del Gabo. Tenemos una colección de cuadros de primer nivel en donde yo siento la luz, siento el toque, la magia de ese Macondo del libro», resalta sobre los cuadros expuestos.
Dice que es un estado del alma, un estado mental en el que cual, sin dudas, «lo podemos encontrar aquí o en Cartagena, Caracas, en fin, en todo este gran Caribe que compartimos no solo como una cuenca geográfica sino como un ecosistema cultural».
Cien años de soledad, 50 años después y la misma realidad latinoamericana
Si una persona lee «Cien años de soledad» (1967) hoy notará que persiste gran parte o casi todas las dificultades de los pueblos latinoamericanos descrita por el autor.
Ante esto, le preguntamos a Jaime Abello, ¿la realidad latinoamericana sigue siendo como la planteó Márquez? El intelectual considera que eso es lo que demuestra que Gabo ya se convirtió en un clásico.
Lo argumenta de la siguiente manera: «Es un clásico de tal categoría que de alguna manera pensamos que todo fue profético. Queda representado en las imágenes que salen de su obra literaria, pero también de sus ideas. García Márquez no solo fue un escritor de ficción, sino un intelectual con pensamiento propio, un periodista, un cineasta».
Evoca que fue una persona comprometida socialmente en cosas esenciales como la autonomía política y cultural de América Latina, los derechos humanos y la paz. «Todo eso tiene una vigencia absoluta porque estamos pasando por un momento de desconcierto en que el mundo parece sumido en el caos. De alguna manera, ese caos es amenazador».
En el realismo mágico, como se ha acuñado la literatura de Márquez, Jaime Abello cree que hay y se desarrolla un caos más humano producto de la realidad de la vida que de la lucha de fuerzas por las guerras en muchas partes del mundo hoy en día.
Cuenta que García Márquez estuvo dos veces en Santo Domingo. Lo hizo cuando necesitaba sentir nuevamente la ecología del Caribe para desatar su fuerza creativa en el proyecto del libro «El otoño del patriarca».
Fundación Gabo: Por y para el periodismo
La Fundación Gabo vino al país como embajada cultural en apoyo del proyecto «Macondo en Santo Domingo» con el objetivo de homenajear la novela de García Márquez e integrándose con la gestora cultural Verónica Sención (Fundaver) y el centro Cultural Banreservas para exhibir un veintena de obras pintadas por José Cestero y objetos representativos de Márquez en la sala Ada Balcácer del citado centro cultural hasta el 19 de noviembre.
Abello menciona que la entidad nació para trabajar por el periodismo y desarrollan talleres, premiaciones y festivales.
Destaca que en los últimos años ha ido extendiendo su radio de acción a temas que tienen que ver con educación, ciudadanía y el legado de Gabriel Márquez. La sede está en Cartagena, Colombia.
Finalizó esta parte haciéndole una invitación a los periodistas dominicanos a participar en las actividades de la Fundación Gabo, porque, tal y como expresó en varias oportunidades el ‘Gabo periodista’: «El periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad».
Los directivos abrirán la convocatoria del Premio Gabo a partir de marzo de 2024.
«El año entrante es muy especial porque se van a conmemorar 10 años de la partida del maestro de la literatura (1927-2014). La premiación se hará en el marco del Festival Gabo que es un encuentro de tres días donde se dialoga de cultura, literatura, tecnología y periodismo en la ciudad de Bogotá, Colombia. Esperamos que haya una presencia dominicana muy fuerte», estima.
Diario Libre