Las familias venezolanas ya no se sientan frente al televisor a mirar las noticias, tampoco van a los kioscos a comprar periódicos. La cultura informativa no solo ha migrado a las redes sociales, sino que ha bajado considerablemente, al igual que el número de medios de comunicación. En 20 años son más de 400 los medios cerrados en el país.
Presión gubernamental, concesiones revocadas y las negativas del gobierno a vender papel a los periódicos son las principales razones. En el país es el Estado quien controla el espectro radioeléctrico, así como la venta y suministro de papel para las imprentas. Hoy solo queda un ecosistema de 879 medios.
Estos datos son parte del último informe de la organización Espacio Público, la cual se ha encargado en los últimos años de registrar los abusos a la libertad de expresión, cada vez más limitada en Venezuela, al igual que sus pares Cuba y Nicaragua.
“Además, se mantienen los impedimentos a la labor de la prensa, situación presente no solo en instituciones públicas, sino también en estaciones de servicio, lugares turísticos o durante la cobertura de protestas ciudadanas u otros hechos noticiosos, especialmente cuando estos demandan la presencia de cuerpos de seguridad del Estado”, se lee en el informe.
Uno de los casos más conocidos es el del diario El Nacional, que este año arriba a su aniversario 81, sin papel, sin sede y con intensos bloqueos a su sitio web. Si un venezolano quiere leer una noticia en este diario, tiene que descargar una VPN. De lo contrario no puede ingresar a la página.
“Volveremos en democracia”, ha reiterado en varias oportunidades el director de El Nacional, Miguel Henrique Otero. En una de las últimas entrevistas a EL TIEMPO, reiteró que a pesar de la asfixia, la disminución del número de periodistas en su redacción y las constantes amenazas, seguirán haciendo periodismo.
La situación de los medios de comunicación en Venezuela es una esfera mediática profundamente restrictiva, por ejemplo, “todo medio de comunicación que diera participación a María Corina Machado, que estaba participando en las elecciones internas de la oposición, se podía someter a muchísima presión”, explica a EL TIEMPO, Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público.
“En Venezuela hay alrededor de unos 100 portales de noticias que son sin duda la ventana a través de la cual circula mayor información de calidad y periodismo independiente, pero 50% de ellos están bloqueados”, reitera Correa.
La situación se agrava porque las acciones del Estado no solo limitan la libertad de expresión, sino que cada vez son menos los puestos de trabajo. Para comparar, estudios universitarios y reportes de prensa contabilizaban en Colombia unos 306 medios de comunicación nativos de redes hasta 2021.
Pero además, existen 27 diarios, 1.338 emisoras de radio, 120 canales de televisión, 76 concesionarios de televisión por suscripción, 119 productoras de cine y 3 empresas distribuidoras.
Según el mapeo de 2023 de Espacio Público, en Venezuela existen al menos 879 medios e iniciativas comunicacionales operativas, de las cuales el 56% son de formato tradicional: es decir, radio, impreso y televisión.
Con respecto a la línea editorial de los medios tradicionales, 21% señaló tener una línea progobierno, mientras que 8% se autodenominó prooposición.
Desafíos del periodismo en Venezuela
Heberlizeth Gonzáles es una periodista radicada en Valencia, a dos horas de Caracas, y vio cómo el periódico para el que trabajaba cesó sus operaciones al quedarse sin papel en 2015.
“No podíamos seguir circulando porque no había papel. Se realizaron concentraciones a las afueras del periódico, vigilias, diferentes actividades, que por supuesto al final no sirvieron de nada porque igual ya el cierre era un hecho”, relata Gonzáles a EL TIEMPO.
Casi 10 años después, el futuro no es prometedor. “Las generaciones que vienen de estudiar periodismo, ¿dónde van a trabajar, dónde van a ejercer?”, se pregunta Gonzáles, quien ahora lleva información a través de sus redes e intenta proyectar un sitio web, pero sin patrocinio es más complejo.
“Venezuela se está configurando como uno de los países que están en la cola de las garantías para el ejercicio del periodismo”, lamenta Correa.
En las universidades, los estudiantes de periodismo, en su mayoría, no conocen un periódico, tampoco ven televisión, pues solo existen cuatro canales informativos, dos abiertamente oficialistas y dos que se limitan a informaciones que no afecten al gobierno.
“Leemos los archivos en PDF de varios periódicos, pero nunca he tocado un papel periódico, pues los pocos que quedan solo traen noticias oficialistas”, dice Jairo Cabrera, un estudiante de una universidad privada en Caracas y que espera convertirse en un reportero de sucesos en un futuro.
La Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sostiene que el bloqueo de páginas web, direcciones IP, puertos o protocolos de red aplicados por el Estado con la finalidad de contrarrestar la desinformación constituyen una medida extrema y desproporcionada, por lo que se admite solo cuando se estipule por ley y sea necesaria para garantizar o proteger un derecho humano. Pero en Venezuela no es suficiente.
Así, según Espacio Público, resulta difícil pensar en el futuro del periodismo en Venezuela si se mantiene una lógica de un gobierno autoritario. De lo contrario, seguirá siendo muy difícil mantener informada a la sociedad venezolana, dice Correa.
El Grupo de Diarios América (GDA), al cual pertenece El Nacional, es una red de medios líderes fundada en 1991, que promueve los valores democráticos, la prensa independiente y la libertad de expresión en América Latina a través del periodismo de calidad para nuestras audiencias.
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