Viena, Austria.- El periodista ruso Dmitri Muratov, premio Nobel de la Paz 2021, alertó del avance global de las autocracias gracias a la propaganda y denunció el «genocidio» de los medios independientes en Rusia, donde se han clausurado 269 cabeceras y se señala a los periodistas como «enemigos del pueblo».
En una conferencia de la ONU en Viena sobre la seguridad de los periodistas, Muratov dijo que «la palabra prensa que aparece en el chaleco de los reporteros» es hoy un factor que aumenta las probabilidades de su muerte.
Ante este hecho, el director de la clausurada cabecera Nóvaya Gazeta, el periódico más crítico con el Kremlin desde su fundación en 1993, afirmó que muchos de sus compañeros rusos prefieren «quitarse el chaleco de prensa» o exiliarse para trabajar desde el extranjero.
«El mundo avanza hacia la autocracia gracias al espacio creado por el enemigo del periodismo independiente, la propaganda», dijo Muratov a los asistentes a la conferencia.
Durante su intervención, el nobel denunció también el estado del periodismo independiente en Rusia, «prácticamente eliminado», y la financiación millonaria que los medios estatales reciben para imponer la propaganda oficial sobre la invasión de Ucrania.
Según Muratov, la televisión estatal Russia Today, «cuyo presupuesto promedio es de 469 millones de euros», ha incitado al «genocidio» de la población ucraniana.
Como ejemplo, mencionó la intervención en un debate de uno de los presentadores del canal, Antón Krasovski, que pidió ahogar o quemar vivo a los niños ucranianos que se refieran a las tropas rusas como invasoras.
El acoso al periodismo independiente tiene por objetivo darle a la propaganda el monopolio de la información para «contaminar las mentes» de los rusos, sostuvo.
«Se han eliminado 269 medios de comunicación independientes en Rusia y más de 140 periodistas han sido acusados de ser enemigos del pueblo o agentes europeos», agregó el periodista.
Por último, Muratov instó a las Naciones Unidas a crear una fundación para financiar las investigaciones de los periodistas perseguidos.
EFE