Hay grandes países y vastas regiones que carecen de un sistema con los requisitos mínimos para ser llamados democráticos; hablamos de China, Rusia, el Medio Oriente, los países africanos, América Latina y varias naciones asiáticas.
De acuerdo con el último índice de democracia que cada año elabora la revista inglesa “The Economist”, de 167 naciones evaluadas en el mundo existen sólo 21 países que se consideran democracias plenas, 53 más son democracias deficientes, 34 se catalogan como regímenes híbridos y 59 más caen en el rango de regímenes autoritarios.
Esto significa que apenas el 12% de las naciones del orbe cuentan con una democracia integral mientras que el 35 por ciento son de plano considerados como regímenes autoritarios.
Todavía más: el estudio de “The Economist” revela que aun en los países con sistemas democráticos plenos se advierten retrocesos en ciertos manejos de los gobiernos, en la participación política ciudadana y en el clima de libertad en los medios de comunicación.
Para obtener la clasificación por cada país, “The Economist” realiza amplios sondeos de opinión en los que toma en cuenta 60 indicadores agrupados en cinco categorías distintas: proceso electoral, pluralismo, libertades civiles, funcionamiento del gobierno, participación política y cultura política.
De acuerdo con el último estudio, realizado en 2021, los países mejor calificados en cuanto a su sistema y cultura democrática fueron Noruega, Nueva Zelanda, Finlandia, Suecia, Islandia, Dinamarca, Irlanda, República de China (Taiwán), Australia y Suiza.
Canadá en el lugar 12 y Uruguay en el 13 son los países de América más democráticos, en tanto Alemania ocupa el escalón 15, Reino Unido el 18, Francia el 22 ya como democracia deficiente, España el 24 y Estados Unidos se sitúa en un lamentable lugar 26.
Otros países latinoamericanos calificados, además de Uruguay, son Costa Rica, ambos como democracias plenas, y como democracias deficientes se localiza a Chile en el 25, Trinidad y Tobago en el 41, Jamaica en el 42, Brasil en el 47, Panamá en el 48 y Argentina ocupa el lugar 50.
Más adelante aparecen Colombia en el 59, República Dominicana en el 60, Perú en el escalón 71 y le siguen los sistemas híbridos en donde se mezcla un sistema democrático con un sistema autoritario y es ahí donde aparece –adivinó usted— nuestro maltratado México, precisamente en el lugar 86, 5 espacios debajo de Ecuador en la clasificación 81.
Detrás de México están Honduras, Bolivia, Guatemala, Haití, Nicaragua, Cuba y finalmente Venezuela en el escalón 151.
Los cinco países peor clasificados son República Centroafricana, República Democrática del Congo, Corea del Norte, Birmania y Afganistán.
Así las cosas, el panorama de la democracia en el mundo es sombrío, complicado y lastimosamente con una tendencia a empeorar de acuerdo a este tipo de estudios que deberían de realizarse y difundirse con mayor frecuencia en nuestros países, con el ánimo de promover una mayor y efectiva práctica de acciones democráticas.
En México creemos que con tener un Instituto Nacional Electoral con cierta autonomía ya somos una nación democrática, cuando la realidad es muy distinta porque son enormes las deficiencias políticas dentro de los sistemas de gobierno en los tres niveles, sin dejar a un lado la exigua participación social de los ciudadanos, las amenazas constantes contra los grupos de oposición y no se diga los atentados contra periodistas y la libertad de expresión.
México, pues, ocupa el lugar 86 entre 167 países, por demás desastroso.
Noticia final… La Reserva Federal de Estados Unidos decretó este miércoles un incremento de .75 puntos a la tasa de interés de referencia como parte del combate a la inflación que en el vecino país supera ya el 8 por ciento anual. La medida fue bien recibida por los inversionistas del Dow Jones y Nasdaq que ese día registraron incrementos en sus índices del 1.37 y 4.06 por ciento, respectivamente. Las acciones drásticas pero necesarias resultan también positivas.— Hermosillo, Sonora.
Periodista
Diario de Yucatan