La Academia Nacional de Periodismo repudió la práctica del “escrache” contra periodistas, políticos y figuras públicas, y expresó su “profunda preocupación por la reincidencia de este método”, así como por la “incitación a cometerlo”.
El comunicado surgió tras una seguidilla de manifestaciones violentas, la última tuvo lugar esta noche en la Casa Rosada, cuando un grupo de desconocidos atacó con huevos, fuegos artificiales y piedras el frente del edificio. La protesta fue dispersada por la policía. Pero los padecieron en primera persona personajes públicos, periodistas y dirigentes en las últimas semanas.
En ese sentido, subrayó: “Tal práctica es una regresión para la vigencia plena del orden democrático y destaca el riesgo que significa poner las palabras violentas en el límite mismo de los actos violentos”.
La declaración de la entidad, que preside el periodista Joaquín Morales Solá, postula que “la Argentina debe recuperar cuanto antes la convivencia pacífica entre personas con ideas diferentes”.
A su vez, la Academia solicita en su comunicado “respetar el ejercicio del periodismo, sean cuales fueren las ideas que expone, y que se debe evitar el detestable ejercicio del método del escrache y su incitación”.
“El país debe, en síntesis, recuperar mejores estándares de civilización política y de respeto recíproco en la esfera pública”, concluye el texto de la entidad.
La declaración fue suscripta por los integrantes de la Academia, todos periodistas de larga y reconocida trayectoria. En la mesa directiva, acompañan a Morales Solá Jorge Fontevecchia, Nelson Castro y Silvia Naishtat. Integran la Academia José Claudio Escribano, Ricardo Kirschbaum, Magdalena Ruiz Guiñazú, el director de LA NACION, Fernán Saguier, José Ignacio López, Daniel Dessein, Ernesto Tenenbaum, Miguel Wiñaski, Hugo Alconada Mon, Fernando Ruiz, Carlos M. Reymundo Roberts, Marcelo Longobardi, Fernando Bravo, Santo Biasatti, Roberto Guareschi, Mariano Grondona, Beatriz Sarlo y Norma Morandini, entre otros.
LA NACION
