La Asociación Mundial de Periodistas (AMP) expresa su más profundo pesar por el fallecimiento de su Santidad el papa Francisco, líder espiritual de más de mil millones de católicos en el mundo y figura influyente en el escenario internacional por su incansable labor en favor de la paz, la justicia social, el diálogo interreligioso y la dignidad humana.
El papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, marcó un hito en la historia de la Iglesia como el primer pontífice latinoamericano y jesuita. Su pontificado se caracterizó por un enfoque pastoral y humanista, siempre cercano a los más vulnerables, así como por su firme condena a la guerra, la corrupción, la pobreza y las desigualdades del mundo contemporáneo.
Desde la Asociación Mundial de Periodistas, reconocemos en el papa Francisco a un defensor de la libertad de conciencia, de la verdad y del diálogo como herramienta de transformación. Su voz serena pero firme desafió a los poderosos y abrazó a quienes sufren, recordando siempre que la comunicación auténtica y ética es una vía para construir puentes, no muros.
El mundo pierde hoy no solo a un jefe de Estado y líder religioso, sino a un símbolo de coherencia moral, valentía y sensibilidad humana. Su compromiso con los migrantes, los pobres, el medio ambiente y la transparencia dentro de la propia Iglesia lo convirtieron en un referente más allá de credos y fronteras.
Desde nuestra trinchera como comunicadores y periodistas, valoramos profundamente la apertura que el papa Francisco mostró hacia los medios de comunicación, entendiendo el rol fundamental que cumplen en la construcción de sociedades más informadas, libres y solidarias. Su mensaje de «una Iglesia en salida», capaz de escuchar y hablar con el mundo, inspira también a nuestro gremio a mantenernos fieles a la verdad, a la ética y a la defensa de los más débiles.
Elevamos nuestras plegarias por su eterno descanso y enviamos un mensaje de solidaridad al pueblo argentino, al Vaticano, y a todos los creyentes que hoy lloran su partida. Su legado trasciende su tiempo, y su ejemplo permanecerá como faro espiritual y moral para las generaciones futuras.
aa.
