Por Carolina González
Valencia, Venezuela.- No estamos caídos, estamos bloqueados. La censura del gobierno se ensaña nuevamente con El Carabobeño. Un bloqueo impuesto a nuestro portal web desde las operadoras Cantv, Movistar, Digitel, Inter y Net Uno, impide a nuestros seguidores informarse de las noticias más relevantes que cada día ofrecemos a través de nuestra página.
Esta nueva agresión gubernamental inició el 8 de noviembre, tras la publicación el 6 de ese mes, de una nota de la agencia internacional EFE titulada Guyana confía en que la CIJ ponga fin a la tiranía de Venezuela sobre el Esequibo. Un diputado que dice ser periodista y que participaba en el programa Zurda Konducta, emprendió un ataque contra nuestro portal, pese a que la misma nota fue publicada por otros seis medios de comunicación.
No estamos caídos, estamos bloqueados
El ataque de este funcionario fue inmediato y dos días después comenzaron los problemas de conectividad para acceder a El Carabobeño. Hoy estamos bloqueados.
El bloqueo fue denunciado el 24 de noviembre por la ONG VE sin filtro: «Página web de El Carabobeño está bloqueada por varias operadoras de internet»
Bloqueos DNS y protocolos HTTP y HTTPS
El informe de VE sin filtro detalla que el bloqueo se implementa mediante técnicas de bloqueo DNS, afectando específicamente a algunas direcciones IP asociadas con CANTV, así como a los operadores privados Inter, Digitel y NetUno.
Movistar, por otro lado, implementa un bloqueo más sofisticado que abarca tanto DNS como los protocolos HTTP/HTTPS, lo que implica un acceso más difícil y la necesidad de utilizar una VPN para evadir el bloqueo.
VPN contra la censura
La nueva normalidad de El Carabobeño obliga al uso de VPN para poder acceder a nuestra página.
Psiphon y TunnelBear son muy fáciles de instalar y efectivas en el combate a la censura. Ellas ofrecen los beneficios de privacidad y anonimato, al dificultar el rastreo de las actividades en lìnea.
Una VPN permite eludir restricciones geográficas lo que posibilita acceder a contenido bloqueado. Adicionalmente protege los datos, incluso al conectarse a redes de wifi públicas.
Pero un beneficio importante, en sistemas de gobierno como el venezolano donde se penaliza la denuncia y el ejercicio del periodismo, es que contribuyen a evitar la censura y las restricciones y protege de la vigilancia gubernamental y otras formas de seguimiento en línea.
De esta manera podremos hacer frente a la intolerancia a la denuncia y la publicación de informaciones incómodas en los ámbitos nacional y regional que han motivado estos ataques.
No es el primer ataque
El bloqueo a nuestra web no es el primer atentado a la libertad de expresión por parte del gobierno.
El 17 de marzo del año 2016, la rotativa de El Carabobeño se prendió por última vez. Bajo el título Zarpazo a la Libertad circuló la última edición impresa, tras 82 años de presencia ininterrumpida en la región central del país.
El Complejo Editorial Alfredo Maneiro fue la empresa de producción socialista utilizada por el gobierno de Nicolás Maduro para cercenar la circulación de El Carabobeño. Tras monopolizar la venta de papel periódico, la empresa vende el insumo a los medios que se plegaron a la línea editorial impuesta por el Ejecutivo. No en vano sus objetivos estratégicos comunicacionales están centrados en garantizar el correcto flujo de información relacionada con la gestión y proyectos gubernamentales y que la misma sea divulgada de manera «veraz y oportuna».
Maneiro tiene en su haber el haber propiciado el cierre de 14 medios de comunicación entre 2013 (año de su fundación) y 2016, según denunció en su oportunidad el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys), cifra que ascendió a 42 en el año 2018. «Desde agosto de 2013 hasta marzo de 2016, al menos 46 medios impresos en 15 estados del país reportaron dificultades para adquirir el papel periódico y otros insumos necesarios para la impresión de sus ediciones», reseñó Ipys al anunciar el cierre de la edición impresa de El Carabobeño.
«La situación de los medios venezolanos se ha agravado por las numerosas exigencias impuestas por el gobierno para la entrega de divisas necesarias para la importación de papel y por el monopolio en la distribución del papel prensa, manejado por el estatal Complejo Editorial Alfredo Maneiro (CEAM) que de manera discrecional decide cuánto y a quién se le vende la materia prima», denunció la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
La citación a la jefa de Redacción de El Carabobeño, en junio de 2022, tras la publicación de un reportaje de investigación sobre los millonarios recursos aprobados para la paralizada Planta de Tratamiento de Aguas Residuales La Mariposa, fue otra de las agresiones.
En sus 90 años de historia El Carabobeño ha sorteada numerosas dificultades. Esta es una más, para un medio que nació durante la dictadura de Juan Vicente Gómez y que ha demostrado que se crece ante las dificultades.
El Carabobeño