Bogotá.- La Fiscalía General de la Nación de Colombia acusó a un guardia de la cárcel La Modelo de perpetrar el secuestro de la periodista colombiana Jineth Bedoya, quien fue sometida a torturas y violaciones tras una detención ilegal, llevada a cabo en el año 2000.
Ese organismo, según detalló en un comunicado, «acusó al dragoneante del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) Marco Javier Morantes Pico como presunto responsable del delito de secuestro simple agravado, con relación a los hechos violentos contra la periodista».
Bedoya, que hoy es editora de temas especiales del diario bogotano El Tiempo, fue secuestrada y agredida sexualmente el 25 de mayo de 2000 cuando realizaba una investigación periodística sobre el tráfico de armas al interior de la Cárcel La Modelo de Bogotá, que involucraba a miembros de las ahora desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
La periodista fue interceptada por tres hombres que la subieron a un vehículo en el que la torturaron y violaron durante 16 horas, al cabo de lo cual fue abandonada en Villavicencio, una ciudad cercana a la capital colombiana.
El pasado 18 de octubre, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) condenó al Estado colombiano por diversas violaciones a los derechos a la integridad personal, libertad personal, honra, dignidad y libertad de expresión de la periodista.
Los jueces también declararon la responsabilidad internacional del Estado por la violación de los derechos a las garantías judiciales, protección judicial e igualdad ante la ley por «la falta de debida diligencia a la hora de realizar las investigaciones sobre los hechos, el carácter discriminatorio en razón de género de dichas investigaciones y la violación del plazo razonable».
INVESTIGACIÓN DE LA FISCALÍA
En su investigación, la Fiscalía constató que Bedoya llegó a la cárcel para entrevistar al exintegrante de las AUC Mario Jaimes Mejía, alias «Panadero».
«En la puerta del centro penitenciario fue atendida por el hoy procesado, quien estaba encargado del filtro de acceso y, supuestamente, la mantuvo en espera durante casi media hora. El dragoneante (Morantes), al parecer, le aseguró a la periodista que su ingreso estaba autorizado y que debía esperar la boleta de entrada», agregó la información.
Según las pruebas, ese aval no existía «y la demora estaría pensada para que la víctima quedara sola y fuera abordada por un hombre armado que se la llevó en un carro a una bodega».
Allí la periodista fue «retenida, torturada y abusada sexualmente» y luego llevada a Villavicencio, capital del departamento del Meta (centro), donde «fue abandonada en vía pública».
La Fiscalía precisó que esta acción fue planeada por exmiembros de las AUC y narcotraficantes con apoyo de algunos funcionarios de la fuerza pública y del Inpec.
Ellos «actuaron en retaliación por las publicaciones que hacía la periodista sobre varios acontecimientos criminales que ocurrían en el establecimiento carcelario», precisó la Fiscalía.
EFE