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La metamorfosis del periodismo: «líquido», pero sólido en los cimientos

Investigar, corroborar y narrar siguen siendo los pilares del oficio de informar.
Nuevas audiencias. Desafíos del periodismo profesional ante el gran desarrollo del mundo digital.

Acontece una profunda metamorfosis del periodismo, pero en simultáneo lo estructural de la profesión permanece.

Buenos Aires, Argentina.- La Academia Nacional de Periodismo, presidida por Joaquín Morales Solá y constituida por 39 miembros, acompaña ese proceso y enuncia desde su función precisamente académica su posición al respecto fundamentando 20 principios permanentes del periodismo mismo. Todo cambia sí, pero lo sustancial continúa y sostiene todo el sistema comunicacional informacional en sus diversas dimensiones.

Cambian las plataformas, las migraciones de las audiencias hacia el periodismo digital son masivas, y positivamente virales.

Pero no se sustituye por eso el cimiento y la simiente del trabajo periodístico; investigar, corroborar y narrar. El periodismo se ha vuelto líquido, podría afirmarse, pero en simultáneo es sólido en sus principios. El pregonado apocalipsis del periodismo tradicional no ha acontecido, sí ocurre la mutación de las tecno digital. No todo lo construido a lo largo de la historia del periodismo debe ser deconstruido. No se puede ni se debería deconstruir con criterio posmoderno el protocolo de búsqueda, de verificación, y de narración noticiosa. No se disuelve en el aire el periodismo aún cuando se haya profetizado su evaporación y el del sustrato de una profesión que arraiga en una dicotomía fundamental: se trata de distinguir lo verdadero de lo falso. Esa oposición crucial y esencial procede en la medida en que se cumplan premisas básicas de la acción comunicacional profesional.

Hay una racionalidad procedimental necesaria al momento de indagar y de emitir noticias, así como una lógica moral.

La ética periodística arraiga en un primer mandamiento básico y no negociable: se trata de hacer periodismo, y eso implica sostener las bases maestras, que la Academia Nacional de Periodismo, propone no de manera verticalmente prescriptiva pero sí indicativa.

Son veinte principios, una guía, que apunta a la constitución de un corpus, una brújula necesaria, porque las transiciones que proponen las nuevas tecnologías exigen aún más rigurosidad y capacitación para actuar como corresponde respetando la evidencia de que la falsedad desinforma, y que la verdad de los hechos existe y es la fuente de la que brota la información, sin la cual las democracias irremediablemente se degradan.

Clarín