«Otros diez siberianos muertos en una «operación especial» en Ucrania»: Los responsables de este titular, Taiga.info, podrían terminar fácilmente tras las rejas en Rusia. Sin embargo, arriesgan su seguridad. ¿Por qué? Porque saben que son necesarios.
«Por supuesto, todos tenemos miedo», admite el editor de ese medio, Viktor Chistyakov, en entrevista con DW. «Pero, o te quedas atrapado en ese miedo o lo superas». Chistyakov supera su miedo cada día. Y se alegra de que Taiga.info esté entre los 20 medios de comunicación más citados de Rusia, con sólo dos redactores fijos en la actualidad, cuando hace un par de meses eran doce.
Es una misión, no un negocio
El año pasado, las autoridades rusas bloquearon a Taiga.info tras una supervisión. Desde entonces, sólo se puede acceder al medio de forma encriptada, a través de los llamados túneles VPN. Y eso no ha sido un impedimento para quienes quieren obtener información crítica: «Ahora recibimos más donaciones de nuestros lectores que de empresas, como sucedía antes». Sin embargo, los ingresos han caído y ya no se puede hablar de negocio, lamenta el editor. Más bien, dice, su trabajo es hoy «una misión».
Aun así, hay limitaciones: «Nos vemos obligados a no cruzar ciertas líneas rojas. Intentamos mantenernos dentro del horizonte». Así llama Chistyakov al marco legal en el que operan hoy los creadores de medios de comunicación en Rusia. Por eso califica la guerra de Rusia contra Ucrania de «operación especial» -ordenada por las autoridades- o parafraseando «los hechos conocidos». Taiga.info, por cierto, informa más que nada sobre las consecuencias de la guerra para la población de Siberia: sobre la economía, los problemas sociales y, por supuesto, una y otra vez sobre la movilización militar de reclutas.
«Tarde o temprano hay que salir de Rusia»
La movilización militar también un tema importante para el medio independiente ruso: Grosa (en español: «La Tormenta»). Sus creadores tienen su sede en Kazán, capital de la república rusa de Tataristán, también en Ekaterimburgo y en los montes Urales, y a su vez en Novosibirsk, capital del distrito federal de Siberia. Los autores de Grosa son «una red de revistas estudiantiles de Rusia», escrita por estudiantes.
Los temas van desde la corrupción en las universidades hasta consejos y normas de conducta para los estudiantes durante las movilizaciones. El jefe editorial, Leonid Spirin, describe así los temas a DW: «Para nosotros, no existen los intocables. Las preocupaciones por la seguridad de nuestro personal no afectan a nuestros lineamientos editoriales». Las conferencias editoriales sobre temas delicados se hacen a través del servicio de mensajería cifrada Signal. Como medida de seguridad, no escriben los nombres reales de los autores.
En los seis primeros meses tras el comienzo de la guerra, los creadores de Grosa intentaron cumplir la famosa ley sobre el llamado «Descrédito de las Fuerzas Armadas rusas», la cual prohíbe nombrar a la guerra de Ucrania por su nombre. «Se trata de una ley represiva», critica Spirin. «Su verdadero objetivo es la intimidación. En Rusia hubo medios independientes que siguieron la ley desde el principio. Aun así, fueron censurados porque abordaban temas incómodos». Sin embargo, Grosa llama a la guerra por su nombre.
¿Teme Spirin por sus jóvenes colegas en Rusia?. A esta pregunta responde él: «Por supuesto que hablamos de este tema, y nos dimos cuenta de que tarde o temprano tienes que salir de Rusia si quieres hacer periodismo independiente. Así que marcharse es sólo cuestión de tiempo». Pero medios como Grosa y Taiga.info siguen en Rusia. Siguen «intentando informar y llamar la atención sobre lo que la mayoría de la gente no ve», explica Chistyakov. Él espera que Taiga.info continúe. Pero ¿por cuánto tiempo? Chistyakov sonríe y responde: «Hasta que se pueda».
DW