“Cuando yo me gradué la única posibilidad que teníamos para trabajar en medios de comunicación era ingresar a una empresa que había hecho una inversión de capital muy fuerte para comprar equipos y en este momento uno solo necesita este asunto”, dice Alejandro Lopera señalando su celular. Y sentencia: “Eso sí, cuando un paradigma cambia por completo, las clases en las universidades tienen que transformarse mucho más rápido”.
Lopera es licenciado en Comunicación Social, magister en Historia y trabajó en medios públicos y universitarios. Es profesor en la Universidad Uniminuto y en la Pontificia Universidad Javeriana, en Colombia, donde propone que los estudiantes lleven un portafolio personal que se va construyendo en la carrera, antes de graduarse.
Para eso, lleva adelante sus asignaturas con un objetivo: que los y las alumnos encuentren una buena historia para contar y, a partir de ahí, trabajen en la estructura narrativa, en primer lugar, y en las herramientas después. “Ellos quieren pasar a hacer todo ya y rápido. Yo les digo que primero está la base periodística, la investigación”.
(P) ¿Una vez que realizan esa investigación previa con qué herramientas cuentan la historia?
Lopera: Trabajo mucho con ellos esa primera parte y luego les cuelgo en el Campus los recursos, los tutoriales. “¿Quieres hacer un podcast? Perfecto, ahí tienes cómo grabarlo y editarlo, conmigo trabajas el núcleo periodístico”. Hay recursos de video, de fotografía, de formatos para redes sociales. Entonces yo no pierdo tiempo en la clase con eso, ya no tiene sentido si pueden verlo solos, sino que los acompaño en lo periodístico, que no puede reponerse de otra manera. En que entiendan conceptualmente qué están contando, cuál es la mejor manera de que esa información llegue a la audiencia. Ese tipo de cosas es mucho más chévere aprenderlas con tu profesor.
La cuenta de TikTok, Víctimas del Palacio de Justicia, es parte de los proyectos que Lopera produce con sus alumnos: “Este trabajo de narrativa transmedia surge luego de haber hecho una investigación periodística desde distintas perspectivas acerca del atentado con toma de rehenes y un centenar de muertos en 1985. Este grupo, por ejemplo, se enfocó en las víctimas, armó un recorrido de antecedentes y búsqueda de archivo y, a través de la producción de distintos formatos, contaron así la historia. Todas las visualizaciones son orgánicas, el contenido tuvo rebote porque a la audiencia le pareció chévere el modo en el que estaba contada y resignificada la historia. Están saliendo muchas cosas muy potentes en general, con buenos resultados”.
“Hay nuevas batallas que dar en el aula”, asegura Lopera. “Antes se le hacía a los alumnos un cuestionario de actualidad, pero ahora, que toda la información está en la palma de la mano, la habilidad que tienen que incorporar no es tanto ir a buscar la info sino evaluarla, ponerla en contexto, analizar porqué es importante y, sobre todo, si es cierta, falsa o engañosa”.
(P) ¿Crees que las universidades han incorporado nuevas dinámicas de enseñanza para acompañar los cambios en el ecosistema de medios?
Lopera: Si las condiciones cambian, hay que renovar los métodos de enseñanza. El reto que tienen las universidades es que la profesión está cambiando mucho más rápido de lo que pueden hacer las universidades con sus currículas. Los planes de estudio tienen que ser suficientemente flexibles como para permitirle al docente hacer esos ajustes pequeños en el día a día. Y el profesor debería adaptarse rápido para enseñar las competencias y habilidades básicas que va a tener ese egresado. Lamentablemente, eso no siempre sucede.
(P) Para ir por la positiva, ¿qué cambios has visto que sí se implementan para brindar una formación profesional más actualizada?
Lopera: En la Javeriana estamos dictando un seminario que ha tenido buena acogida, Emprendimientos en Comunicación, que toma la currícula de Sembramedia para responder qué problema resuelve ese emprendimiento, cómo lo resuelve, cómo generarán ingresos y, a partir de ahí, planificar. También en la Javeriana se está llevando adelante una incubadora y aceleradora de emprendimientos en industrias creativas y culturales, Sumo Más, y en la Facultad de Lenguaje y Comunicación hacen algo bien interesante; entrecruzan trabajo de grado con práctica profesional.
Y en Uniminuto, gracias a la reciente reforma de la currícula, incorporamos los Laboratorios, materias que se cursan desde primer semestre en los que los estudiantes hacen trabajos de preproducción, producción y post producción. Al final, se trata de profesionalizar el trabajo, porque cualquiera puede montar un TikTok, pero no cualquiera sabe cómo hacer un encuadre, movimientos de cámara y, sobre todo, brindar información de calidad.
Traspasar los límites del aula
La universidad Uniminuto depende de una de las obras sociales más importantes de Colombia y uno de los objetivos que busca es brindar educación accesible a personas que, de otra manera, no tendrían la oportunidad de estudiar.
En ese contexto, el trabajo social que se hace por fuera del aula es fundamental, porque la articulación con las comunidades es parte del proyecto. Lopera señala: “Cuando enseñamos a desarrollar comunidad, no solo estamos hablando en términos digitales sino en el territorio; con comunidades indígenas o rurales. Y eso es un plus; el periodismo retoma de esta manera su función de servicio social”.
Un ejemplo de ello es el uso que todavía se le da a Facebook en ciertos ámbitos, cuando la mayoría le da la espalda a esa red social.
Alejandro Lopera lo pone en estos términos: “Lo que hacemos es trabajar con la tecnología al servicio de la comunicación para proyectos sociales, para la comunicación organizacional o la comunicación pública y, en ciertas comunidades, Facebook sigue siendo la mejor herramienta. No tiene sentido innovar por innovar, sino pensar qué herramienta es la que mejor se adapta a nuestros objetivos, independientemente de las modas”.
