Meta, propietaria de Facebook e Instagram, publicó el jueves el primer informe anual sobre medidas para proteger los derechos humanos, en un escenario de críticas frecuentes a las redes sociales por su impacto en las libertades civiles y la democracia.
El informe, que abarca los años 2020 y 2021, repasa cuestiones como las decisiones adoptadas por esas redes sociales para combatir la desinformación en torno al covid.
También incluye estudios publicados anteriormente, como los relativos a las elecciones estadounidenses y filipinas y examina la cuestión de la protección de datos.
“El informe explica cómo nuestra política de datos, nuestro equipo de respuesta a la aplicación de la ley y nuestras evaluaciones del debido procedimiento trabajan juntos para proteger a las personas de la vigilancia gubernamental ilegal o excesiva”, dice un comunicado del gigante de Silicon Valley.
Meta, al igual que Google, ha sido cuestionada recientemente por políticos, ONG y periodistas sobre la protección de los datos de las mujeres que solicitan un aborto en Estados Unidos, después de que el mes pasado la Corte Suprema de ese país revocara el derecho constitucional al procedimiento.
Los grupos que defienden el derecho al aborto temen que las empresas tecnológicas se vean obligadas a entregar los datos de las mujeres que han buscado acceso a la atención médica en los estados donde el aborto está ahora prohibido o muy restringido.
“Nuestra política de derechos humanos indica que tenemos que interpretar las peticiones del gobierno de forma estricta”, dijo a la AFP Miranda Sissons, directora de derechos humanos de Meta.
“Cuando hay una brecha entre las normas locales e internacionales, debemos tratar de defender las normas internacionales en la medida de lo posible”, añadió, sin detallar qué significa eso para los ciudadanos estadounidenses, incluidas las mujeres que desean abortar.
El informe menciona que si una solicitud no se ajusta a la ley o a la normativa de Meta, la empresa “se opondrá” a ella.
Entre las cuestiones que se tratan en el documento, también “destaca el importante papel que desempeña el cifrado de extremo a extremo en WhatsApp en la protección de la privacidad de las personas -en particular de los periodistas y los defensores de los derechos humanos- y cómo lo estamos ampliando a otras aplicaciones de mensajería”, añade el comunicado de Meta.
Durante años, Meta ha sido muy cuestionada por tener un modelo de negocio que, según un sector de los críticos, prioriza los contenidos extremistas en un intento de atraer la atención de los usuarios.
Sus directivos han tomado varias medidas para combatir la desinformación y mejorar la moderación de los contenidos.
Pero la reputación de la empresa se quebró después de la denuncia de Frances Haugen, que trabajó en Facebook. La informática filtró documentos internos y afirmó en varias ocasiones que la empresa anteponía sus beneficios a la seguridad de los usuarios.
El País