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‘Nosotros somos los tiempos’: Lo que el Papa León XIV y San Agustín enseñan a líderes periodistas

El Papa León XIV y San Agustín ofrecen una guía para liderar con integridad
El papa León XIV se reúne con miembros de la prensa internacional en la Sala Pablo VI del Vaticano, el lunes 12 de mayo de 2025. (AP Photo/Andrew Medichini)

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Recientemente mi esposo y yo platicamos con un querido amigo de hace muchos años, un sacerdote de los Legionarios de Cristo que actualmente reside en Roma. Nos preguntó si habíamos visto el primer mensaje dirigido a los periodistas del recién electo Papa León XIV.

Podemos decir que casi el mundo entero vio su primer discurso como Papa en vivo desde el balcón de la Basílica de San Pedro, pero Papa León tuvo un primer mes muy ocupado. Yo había escuchado algunos fragmentos de aquel encuentro con los periodistas, pero al terminar la llamada, nuestro amigo sacerdote nos envió el discurso completo.

Al leerlo, este párrafo saltó de la página. Trasladado al español dice:

El mensaje del Papa es un llamado al periodismo centrado en el servicio, la valentía, la humildad y la excelencia. Nos recuerda que los periodistas no solo “informamos sobre los tiempos” como si fuéramos observadores distantes, sino que ayudamos a moldear la sociedad a través de lo que elegimos abordar o ignorar.

Exhortó a los periodistas a ser valientes y a ejercer el trabajo con convicción a nuestros valores fundamentales. Nuestro trabajo no es ajeno a las condiciones morales y sociales en las que vivimos. Somos creadores constantes del tiempo en que vivimos; con cada acto, con cada decisión, moldeamos nuestro mundo.

Y las palabras de San Agustín, citadas por el Papa al final de ese pasaje, siguen resonando:

“Vivamos bien y los tiempos serán buenos. Nosotros somos los tiempos.”

San Agustín de Hipona es considerado como el pensador más relevante de la filosofía cristiana. Sus palabras surgieron alrededor del año 410 d.C., durante la invasión de Roma. El mundo, tal como lo conocían los romanos, se desmoronaba. Para los romanos quedó claro que su amada ciudad no era impenetrable.

Muchos culpaban a “los tiempos” por el caos, pero San Agustín afirmaba que “los tiempos” no son algo externo a nosotros. Nosotros somos los tiempos. Un recordatorio poderoso de que no debemos permanecer al margen esperando que las cosas mejoren. Se trata de elegir cómo ser líderes en medio y a través de toda dificultad.

En el Instituto Poynter, enseño liderazgo y ética. Periodistas de todo el mundo vienen a perfeccionar sus habilidades de manejar salas de redacción y tomar decisiones con integridad. He trabajado con personas que se encuentran al inicio su carrera como gerentes, hasta vicepresidentes y altos ejecutivos. En todos estos niveles enfrentan desafíos similares: falta de confianza, una soledad profunda, agotamiento, desmoralización, inestabilidad, pérdida de la confianza del público y recursos cada vez más limitados, entre muchas otras cosas. Yo misma he pasado por eso, y no es fácil. La lista no deja de crecer. Y con mucha razón, muchos sienten que “los tiempos” están en su contra.

Pero San Agustín está aquí para recordarnos: Nosotros somos los tiempos. Cómo nos presentamos en nuestros roles, como manejamos nuestros principios, como demostramos nuestra ética, como navegamos cada circunstancia con integridad, con humanidad y como nos apoyamos en nuestra fe, todo esto da forma a nuestro estilo de liderazgo. Que, al final de cuentas, afecta la realidad que construimos para nosotros mismos, nuestros equipos y nuestra sociedad.

Nuestro futuro no depende de esperar mejores condiciones, depende de crearlas.

“Vivir bien” como líder significa vivir a través de nuestros valores al servicio de los demás. San Agustín decía que la autoridad debía ejercerse como un acto de servicio, donde el líder no se está por encima de los demás, sino que es “el primero entre iguales”. Un líder periodista puede tener responsabilidades especiales, pero aun así trabaja codo a codo con el resto de su equipo. La manera en que se conduce, la forma en que encarna el poder en tiempos de incertidumbre y urgencia tiene un gran efecto dominó.

El Papa León XIV es el primer pontífice proveniente de la Orden de San Agustín, una congregación guiada por la Regla de San Agustín en donde se enfatiza el amor a Dios y al prójimo.

Dentro de la Regla de San Agustín se encuentra esta oración:

“El superior, por su parte, no debe considerarse afortunado por ejercer autoridad, sino por servirles con amor.”

Esto significa que el ser lider no es una recompensa. Es una responsabilidad. Responsabilidad que no se basa en el poder, sino en la capacidad de servir a los demás. Y la forma más auténtica y efectiva de autoridad nace de la generosidad del servicio arraigado en el amor al prójimo. Así es como se crea la verdadera unidad de equipo. Una unidad que no surge del control, sino de algo mucho más profundo: una misión compartida, un llamado, una vocación.

Nuestro nuevo Papa ha dejado claro que se apoyará ampliamente en las enseñanzas de San Agustín. Y lo cierto es que en ellas hay mucho que aprender para quienes aspiran a ser líderes con propósito. Sin duda, nosotros somos los tiempos. Así que vivamos bien.

Poynter