El periodista del Wall Street Journal, Evan Gershkovich, apeló el fallo de un tribunal de Moscú para prorrogar su detención preventiva en Rusia hasta finales de noviembre, de acuerdo con documentos publicados en el sitio web de la corte.
El periodista estadounidense fue detenido en marzo durante un viaje de trabajo a la ciudad de Ekaterimburgo, a unos 2.000 kilómetros (1.200 millas) al este de Moscú. Es el primer periodista estadounidense detenido en Rusia bajo cargos de espionaje desde la época soviética.
La orden que autorizaba mantener a Gershkovich en prisión antes del juicio caducaba el 30 de agosto. El jueves, el Tribunal Municipal de Moscú prorrogó por tres meses la orden de custodia, lo que suscitó las objeciones de funcionarios del gobierno estadounidense y del periódico.
El sábado, el sitio web del tribunal mostraba que el equipo de defensa de Gershkovich había presentado un recurso. En junio, el tribunal rechazó su apelación contra la decisión anterior de mantenerlo entre rejas hasta finales de agosto.
A los periodistas congregados el jueves ante el tribunal no se les permitió presenciar el proceso. La agencia noticiosa estatal Tass dijo que la audiencia se celebró a puerta cerrada porque los detalles del caso penal son confidenciales.
La principal agencia de seguridad interna de Rusia, el Servicio Federal de Seguridad, ha alegado que Gershkovich, de 31 años, “actuando siguiendo instrucciones de la parte estadounidense, recopiló información que constituye un secreto de Estado sobre las actividades de una de las empresas del complejo militar-industrial ruso”.
Gershkovich y su empleador niegan las acusaciones, y el gobierno estadounidense declaró en abril que había sido detenido injustamente. Las autoridades rusas no han detallado qué pruebas han reunido, si es que han reunido alguna, para respaldar las acusaciones de espionaje.
The Wall Street Journal emitió un comunicado el jueves en el que se refería a la detención “improcedente” de Gershkovich “por hacer su trabajo como periodista”.
“Las acusaciones infundadas contra él son categóricamente falsas, y seguimos presionando para su liberación inmediata. El periodismo no es un delito”, aseveraba el comunicado.
AP