La Paz, Bolivia.- A propósito de la conmemoración del Día del Periodista Boliviano, los periodistas José Luis Exeni, Freddy Morales y Lucía Sauma coincidieron en la necesidad de establecer una “autorregulación eficiente” en el gremio.
La autorregulación periodística se refiere a la capacidad de los propios periodistas de hacer que su trabajo se ajuste a reglas profesionales, éticas y técnicas orientadas a que se obtenga los datos de manera honesta, se respete los derechos de las personas y se difundan las noticias siempre con la verdad.
En Bolivia, la autorregulación está protegida por la Constitución, en su artículo 107, y dispone de varios mecanismos para su aplicación. El principal es el Tribunal Nacional de Ética Periodística (TNÉP), que se guía por el Código Nacional de Ética Periodística, pero también hay códigos de la Confederación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Bolivia, la Asociación Nacional de la Prensa y la Asociación de Periodistas de La Paz.
Morales aseguró que es fundamental defender la autorregulación en el gremio. «Como defendemos la Ley de Imprenta, defendemos la autorregulación; no queremos que el Estado nos regule”, afirmó en Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.
Sin embargo, lamentó que el problema es que los tribunales de ética de las asociaciones de periodistas “están contaminados” porque fallan a favor del bloque que se autodenomina como “independientes” en desmedro de los tildados al frente como medios “paraestatales” o el “resto”.
En coincidencia, Exeni afirmó que está cada vez está más convencido en que la autorregulación en el periodismo es la principal vía para evitar injerencias. ¿Qué pasa si la autorregulación no funciona?, cuestionó.
“El camino es la autorregulación eficiente”, añadió.
Por su parte, Sauma reclamó que ingresaron jurados de imprenta a los tribunales de ética del bloque de “independientes”, quienes no permiten que haya temas de debate. Consideró que los gremios de periodistas «no defienden a lo distinto».
«Estamos en un momento mediocre por la polarización. Es una mediocridad inmensa, (…) no hay posibilidad de debate», reclamó.
Morales, Exeni y Sauma, también columnistas de La Razón, consideraron que el periodismo atraviesa por un momento complicado por la polarización entre periodistas y casas periodísticas, condiciones precarias y la crisis política.
En criterio de Exeni, los periodistas fueron polarizados y también los han puesto en el centro de la polarización política. «Nos están viendo cada vez como operadores mediáticos (…) y políticos”.
Para Morales, se estableció una práctica común, actualmente, que consiste en desacreditar al periodista sobre la información que difunde. «No solamente hay una campaña de menosprecio desde la política, sino desde dentro y las mismas organizaciones de periodistas. Es una práctica nociva y dañina”.
“Es el golpe más doloroso”, admitió.
Sauma afirmó que los mismos periodistas establecieron dos bandos, uno denominado “independientes” y otro “paraestatal”.
“Nadie puede concebir que hagas un ejercicio plural y neutro”, añadió Exeni.
La directora de La Razón y conductora el programa, Claudia Benavente, observó que hay periodistas que hicieron o cerraron campañas políticas, que trabajaron en la Alcaldía o en la función pública y, ahora, se consideran «periodistas independientes».
Agregó que, antes, el periodismo estaba bien calificado por la opinión pública, al igual que la Iglesia Católica. «Nos hundimos juntos”.
El informe Delphi de la Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) develó que la población percibe a los medios de comunicación como actores políticos.
En el país hay una compleja estructura dirigida a promover y preservar el ejercicio de las libertades de pensamiento, expresión y prensa, como la vigencia y el respeto del derecho a la información, que se completa con las previsiones de la Ley de Imprenta, del 19 de enero de 1925.
El 10 de mayo de 1938, el gobierno de Germán Busch decretó el Día del Periodista para reivindicar los derechos de los trabajadores de prensa. Ese mes, el 5 de mayo de 1865, era fusilado sin juicio previo el periodista Cirilo Barragán, por el gobierno de Mariano Melgarejo y se lo consideró el primer mártir del periodismo.
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