La Paz, Bolivia.- La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) defendió que la libertad de expresión es el «motor» de todos los derechos humanos, a propósito del Día Mundial de la Libertad de Prensa que se conmemora este miércoles.
La asociación nacional señaló en un comunicado que el Día Mundial de la Libertad de Prensa «encuentra a Bolivia entre los países con condiciones muy adversas para el ejercicio del periodismo».
La ANPB y las nueve asociaciones departamentales se sumaron «al llamado del Día Mundial de la Libertad de Prensa 2023 para ‘Dar forma a un futuro de derechos. La libertad de expresión, motor de todos los demás derechos humanos’».
Esto supone «poner en el centro la libertad de prensa, así como a los medios de comunicación independientes, pluralistas y diversos, como claves necesarias para el disfrute de todos los demás derechos humanos».
El gremio boliviano defendió que la libertad de prensa es «esencial» en la lucha contra la corrupción, la promoción de los derechos de mujeres, niños e indígenas, «pero también es el motor de otras libertades y otros derechos como el derecho a la salud, a la educación, a los derechos ambientales, a un trabajo digno».
Los periodistas mencionaron un reporte del Observatorio de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos UNITAS que señala que en lo que va de año se registraron 26 vulneraciones a la libertad de expresión y 34 a la libertad de prensa en el país, «marcando tendencias similares a las de 2022».
El año pasado hubo 201 vulneraciones que incluyeron «violencia física, amedrentamiento, estigmatización a periodistas, censura y limitación en el acceso a la información, asfixia económica y ataques a medios de comunicación, además de la persistente amenaza de la desinformación, con repercusiones muy negativas para la democracia», apuntó.
REPORTE INTERNACIONAL
La ANPB también mencionó la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2023 de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF), que evalúa las condiciones en las que se ejerce el periodismo en 180 países y en la que Bolivia se sitúa en el puesto 117.
RSF puntualizó que en Bolivia, «los ataques, las amenazas, la censura y el hostigamiento por parte del Estado y las fuerzas progubernamentales atentan regularmente contra la libertad de prensa» y que también se han intensificado las agresiones hacia periodistas, «especialmente» de parte de la Policía.
La ONG alertó de que el Estado boliviano «controla numerosos diarios y ha aumentado la vigilancia sobre los medios críticos, especialmente en las redes sociales» y que «la estigmatización se está convirtiendo en una práctica común, mediante el acoso verbal a los periodistas y ataques a su reputación».
También indicó que la violencia contra los periodistas en Bolivia «se ha expandido con las agresiones de ciudadanos bolivianos que apoyan al Gobierno o a políticos».
Además mencionó casos que están impunes, como el de los hermanos Verónica y Víctor Hugo Peñasco, asesinados en 2012, o el secuestro y tortura de siete periodistas en 2021 en la región oriental de Santa Cruz.
El presidente boliviano, Luis Arce, expresó en las redes sociales su «firme convicción de respeto a la libertad de expresión» e invitó a los periodistas «a construir juntos una Bolivia democrática y con justicia social al lado del pueblo».
EFE