La elección de Qatar como sede del Mundial de 2022 ha estado rodeada de polémica desde el mismo momento de su designación en 2010. Desde las acusaciones de soborno a la FIFA hasta el nulo respeto por los derechos humanos del país asiático pasando por el cambio de fechas del campeonato o la discriminación a colectivos como las mujeres y los homosexuales. Había quien pensaba que la controversia terminaría cuando el balón comenzara a rodar, pero, a pocos días de que esto suceda, ha tenido lugar un hecho que demuestra la hostilidad de la nación del golfo Pérsico hacia la prensa internacional y que durante la disputa del torneo continuarán los escándalos.
Un reportero del canal danés TV2, de titularidad pública, ha sido amenazado mientras realizaba una conexión en directo por dos funcionarios de seguridad de Qatar.
Rasmus Tantholdt, así se llama el periodista, emitía en vivo desde Doha pocos días antes del partido inaugural del Mundial cuando se le acercaron tres hombres montados en un carrito de golf.
Tantholdt estaba hablando en danés, pero vio que las intenciones de los hombres no eran buenas y cambió rápidamente al inglés para tratar de calmar la situación. “Estamos en directo en la televisión danesa”, les dijo.
Entonces uno de ellos se levantó del carrito y comenzó a tapar el objetivo de la cámara. “Habéis invitado a todo el mundo a venir aquí”, les dijo el periodista. “¿Por qué no podemos grabar? Es un lugar público”.
Después el reportero danés les empieza a mostrar su acreditación de prensa y los documentos que demostraban que tenía permisos para grabar, pero esto no convenció a los funcionarios, que empezaron a amenazar con romper la cámara si no dejaban de filmar.
“Podéis romper la cámara”, les respondió el periodista. “¿Queréis romperla? Adelante. Nos estás amenazando con romper la cámara”.
Horas después del incidente, Tantholdt contó en Twitter que había recibido una disculpa tanto por parte de la Oficina Internacional de Medios de Qatar como del Comité Supremo de Qatar. No obstante, ha explicado al medio noruego ‘NRK’ que el hecho le ha generado bastante preocupación.
“No creo que el mensaje de los altos mandos de Qatar haya llegado a todos los guardias de seguridad. Por lo tanto, se puede concluir que hay algunos que han entendido mal la situación, pero al mismo tiempo dice mucho sobre cómo es Qatar. Y es que te pueden atacar y amenazar cuando informas como un medio libre”, cuenta. “Este no es un país libre y democrático. Mi experiencia después de visitar 110 países en el mundo es que cuanto más tienes que esconderte, más difícil es informar desde allí”.
Precisamente dos periodistas de ‘NRK’, Halvor Ekeland y Lokman Ghorbani, fueron arrestados y posteriormente encarcelados acusados de haber tomado imágenes en una zona privada. Estuvieron retenidos durante unas 30 horas antes de ser liberados y enviados de vuelta a Noruega.
Otro periodista, el estadounidense Grant Wahl, también se las tuvo tiesas con unos funcionarios de seguridad de Qatar que le pidieron que borrara una foto que había tomado en el centro de medios. Él mismo lo contó en Twitter.
«Hoy tomé una foto del eslogan de la Copa Mundial de Qatar en la pared del centro de medios y un guardia de seguridad se acercó y me exigió que la borrara de mi teléfono. ¿Es así como va a funcionar esta Copa del Mundo?”, se preguntaba.
Lo que demuestran hechos como estos es la hostilidad hacia la prensa internacional en un país en el que el respeto a los derechos humanos brilla por su ausencia. Parece evidente que resultará difícil informar durante el Mundial.