
Grupo de Investigación en Periodismo Ambiental
Busca contribuir a la creación de un marco teórico sobre el periodismo ambiental desde una perspectiva interdisciplinaria →
Estudiante de periodismo en la Facultad de Bibliotecología y Comunicación de la UFRGS →
Profesor del Programa de Posgrado en Comunicación de la UFRGS (Universidad Federal de Rio Grande do Sul), fundador y líder del Grupo de Investigación en Periodismo Ambiental (CNPq/UFRGS). →
Ante la emergencia climática, el periodismo juega un papel fundamental en el fortalecimiento de la ciudadanía y la movilización social, al ofrecer información que posibilite la comprensión de los riesgos y la participación activa de la sociedad en las decisiones sobre estrategias de afrontamiento, mitigación, adaptación y reconstrucción después de los desastres.
Por ello, es fundamental reflexionar sobre cómo el periodismo, especialmente el periodismo hegemónico, ha abordado el cambio climático, considerando las posibilidades y límites de esta cobertura en la formación de una cultura centrada en la prevención de riesgos. Este es un tema central que se debate en el artículo “ La responsabilidad del Periodismo Ambiental en la educación ciudadana en tiempos de emergencia climática ” , publicado en la Edición Especial “Democracia, Soberanía y Clima”.
El texto analiza cómo el periodismo puede (y debe) contribuir a abordar el cambio climático, especialmente a través de la educación cívica y el fomento de la participación democrática. El artículo parte de una perspectiva que vincula la información calificada con la capacidad de acción de los sujetos sociales.
Como ejemplo, el artículo presenta el caso del desastre climático que azotó el estado de Rio Grande do Sul en mayo de 2024, hace un año. Inicialmente, hubo una intensa cobertura periodística por parte de los medios de comunicación, que cumplieron un papel relevante en la difusión de información y orientación a la población. Esta acción fue fundamental para esclarecer los hechos y movilizar redes de solidaridad. Los reportajes, al sacar a la luz fallas estructurales en el sistema de contención de inundaciones en la ciudad de Porto Alegre, utilizaron fuentes diversas, como habitantes afectados, expertos universitarios, representantes de la Defensa Civil y autoridades públicas, cumpliendo así la función social del periodismo de monitorear a los poderes públicos y dar voz a la sociedad civil.
Sin embargo, a pesar del alcance inicial, la cobertura presentó limitaciones importantes en términos de la visibilidad de grupos históricamente marginados, como comunidades indígenas, quilombolas, pescadores artesanales, recolectores de materiales reciclables y personas en situación de calle. La ausencia de estas voces se puede atribuir, en parte, a los obstáculos logísticos que enfrentan los equipos periodísticos, como el bloqueo o destrucción de vías de acceso, la necesidad de equipos de seguridad y transporte adecuado a las regiones inundadas, además de las dificultades para comunicarse con fuentes institucionales. Además, la intensidad emocional del evento y el agotamiento físico y psicológico de los profesionales ponen de relieve la falta de preparación estructural e institucional de las redacciones para afrontar eventos climáticos extremos de gran escala.
Estas lagunas en la cobertura apuntan a la urgencia de repensar prácticas periodísticas y estrategias de acción más inclusivas frente a los desastres climáticos, cada vez más frecuentes y complejos. Al analizar los vaivenes de esta cobertura, la investigación destacó la fragilidad con que el periodismo mainstream aborda la agenda climática y ambiental, rechazándola durante décadas como una agenda de militancia que amenaza los intereses económicos de los medios y sus anunciantes. Siguiendo esta tendencia, el periodismo mainstream dejó de cumplir su papel fundamental de promover la circulación de temas esenciales para la ciudadanía y el tema comenzó a ser incorporado por el periodismo alternativo, que a lo largo de la historia ha enfrentado limitaciones económicas para sostener sus actividades.
El artículo argumenta que el Periodismo Ambiental debe ser tratado no como un nicho, sino como una práctica transversal, capaz de permear todas las redacciones periodísticas. Para ello, propone un conjunto de políticas públicas y educativas, tales como:
1. Observancia de las Directrices Curriculares Nacionales de la carrera de Periodismo, aprobadas mediante Resolución CNE/CES No. 1, de 27 de septiembre de 2013;
2. Amplia inclusión de la disciplina de Periodismo Ambiental en los planes de estudio de las carreras de Periodismo del país;
3. Educación ambiental obligatoria, desde la educación primaria hasta la universitaria, que podrá implementarse a través de asignaturas o proyectos interdisciplinarios;
4. Apertura de convocatorias de propuestas para el financiamiento de medios de comunicación ambiental por parte del gobierno brasileño, con el fin de apoyar vehículos de Periodismo Ambiental, incluyendo los salarios de los profesionales;
5. Apertura de convocatorias para financiamiento de proyectos de Periodismo Ambiental en radios comunitarias, organizaciones ecologistas y/o de movimientos comunitarios, incluyendo remuneración de profesionales;
6. Apertura de convocatorias para la organización de congresos promovidos por la Red Brasileña de Periodismo Ambiental;
7. Apertura de convocatorias de propuestas para financiar proyectos de Periodismo Ambiental dirigidos a todos los biomas brasileños;
8. Creación de líneas de investigación en Comunicación y Periodismo Ambiental en cursos de posgrado en comunicación, especialmente en universidades públicas.
El artículo teje reflexiones epistemológicas sobre el papel del periodismo en una sociedad democrática, reafirmando que la prensa debe garantizar la circulación de información esencial para el ejercicio de la ciudadanía. Abordar la emergencia climática exige una amplia y previa alfabetización ecológica también por parte del Periodismo, basada en la justicia social y en una cultura de la prevención.

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