Francisca Meza
Chilpancingo (México).- El funeral y sepelio del periodista Fredid Román, asesinado el lunes en la ciudad de Chilpancingo, estado de Guerrero, en el sur de México, se cumplieron este miércoles en un clima de zozobra para sus familiares, bajo resguardo policíaco y con la exigencia de justicia.
El crimen de Román se apuntó como el decimoquinto asesinato que ocurre en México contra periodistas en lo que va de 2022.
El velatorio de Román se llevó a cabo en la comunidad de Buena Vista, en Chilpancingo, de donde era originario y vivía el comunicador.
Afuera de su domicilio y los alrededores se mantuvo vigilancia de la policía del Estado y de agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE).
“Unos cobardes nos lo quitaron, lo quisieron callar. Tememos mucho por la seguridad de la familia porque las cosas no están bien, yo solamente pido que se haga justicia”, expresó ante medios de comunicación un familiar cercano, que por seguridad pidió el anonimato.
Otra de las medidas tomadas por los familiares ante el temor de un nuevo ataque contra ellos fue no tomar su imagen de cerca.
Luego de salir de su domicilio el féretro fue despedido en al menos cuatro viviendas de familiares cercanos y posteriormente fue trasladado al panteón de esa comunidad, ubicado cerca de la autopista México-Acapulco.
Sobre la carretera federal México-Acapulco, en el tramo conocido como El Valle del Ocotito, se observaron rondines de la Guardia Nacional y el Ejército mexicano, sobre todo entre las comunidades Ocotito y Buena Vista.
Antes del asesinato del periodista ocurrido el 22 de agosto, su hijo Vladimir Román fue asesinado el 1 de julio en la comunidad de Ocotito cuando repartía pollos, actividad comercial que ha sido afectada de manera reciente porque existe la disputa de ese mercado entre organizaciones delictivas, quienes cobran “derecho de piso” (extorsionan) a comerciantes.
De acuerdo con el vicefiscal de Investigación de la FGE, Ramón Celaya Gamboa, el caso del asesinato de Fredid Román ya fue atraído por la Fiscalía Especializada de Atención a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, pues la primera línea de investigación que se sigue es su actividad periodística.
El mismo funcionario informó en conferencia de prensa que se investiga la relación del asesinato del periodista con el de su hijo Vladimir Román, que involucra a las bandas criminales que operan en la región.
Precisamente el lunes, tras el asesinato, la Fiscalía de Guerrero señaló que una de las líneas de investigación que se siguen podría estar relacionada con el asesinato de su hijo.
Con el asesinato de Fredid Román suman 16 periodistas asesinados en Guerrero, del año 2000 a la fecha, y es el segundo asesinado en el actual gobierno estatal que encabeza la gobernadora Evelyn Salgado (2021-2027).
Según cifras de la organización Artículo 19, desde 2000 al menos 154 comunicadores han sido asesinados en México en posible relación con su labor periodística.
Mientras que en la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde diciembre de 2018, se han contabilizado alrededor de 2.000 agresiones contra la prensa en el país, incluyendo 40 asesinatos, 15 en lo que va de este año.
EFE