FEDERICO RIVAS MOLINA
Buenos Aires.- Los argentinos adoran las noticias. No es una afirmación científica, sino una deducción simple, basada en hechos contrastables. En Argentina hay siete canales de información 24 horas para una población de 46 millones, un récord regional. Brasil, con 212 millones de habitantes, tiene cuatro; México, solo dos canales de noticias para 128 millones de personas. El fenómeno tiene explicaciones históricas. Deducir cuánto dice de los argentinos es ya más complicado.
La proliferación de canales de noticias está asociada a dos fenómenos simultáneos iniciados en la década de los noventa. Argentina ya tenía en esa época una red de televisión por cable muy extendida, fruto de las limitaciones de los canales de aire de Buenos Aires para cubrir todo el territorio nacional. Los pueblos pequeños ponían una antena comunitaria y enviaban por cable a los vecinos la señal captada, por lo general el Canal 7 del Estado. Bastaba unir pueblos y antenas para tener una gran cobertura nacional. Eso fue lo que hicieron las grandes empresas periodísticas cuando el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999) autorizó la creación de multimedios.
Las grandes empresas periodísticas compraron las licencias de los canales estatales que Menem privatizaba a toda velocidad. Así nació, por el ejemplo, el Grupo Clarín, que adquirió el Canal 13 de televisión y creó la red de cable Multicanal (con la compra de decenas de pequeñas empresas regionales). No se podía ser un multimedio sin una señal de noticias. Así nació Todo Noticias, TN, en junio de 1993. Tres meses antes, el Grupo América fundó CVN, hoy América 24. En 1994 las pantallas de la televisión por cable se tiñeron de rojo con Crónica TV, del diario popular Crónica. Detrás del experimento estaba Héctor Ricardo García, un visionario que rompió con todos los moldes: placas color sangre anunciaban en tono de catástrofe las noticias más desopilantes, mientras la señal sumaba horas y horas de móviles en la calle. En 1996, el político peronista Alberto Pierri fundó Canal 26, señal de su empresa de cable Telecentro. Todos ellos son hoy los abuelos de las noticias 24 horas en Argentina. Sus nietos nacieron hace pocos años. En 2007, llegó C5N; en 2016, el diario La Nación, con una historia centenaria, fundó LN+; en 2020 salió al aire IP, del grupo Octubre, una empresa multimedios que financia el diario Página 12 y el Canal 9 de televisión abierta con el dinero del sindicato de los encargados de edificios.
Martin Becerra, licenciado en Comunicación e investigador del Conicet, dice que “algunos de esos canales tienen audiencia, funcionan como un medio de comunicación en el sentido que atienden necesidades de información y entretenimiento, como TN, C5N o Crónica”. “Pero hay otros”, agrega, “que podría decir que son espacios de negocios, un negocio político. Luego, tenés algunas señales de muy poca audiencia que son apuestas que esperan consolidarse. En general tienen un padrinazgo político y el tiempo dirá si perduran”.
La cantidad de señales en Argentina es una anomalía regional. En Brasil, por ejemplo, Globo News nació en 1996. Casi 30 años después, ese país continente apenas ha sumado a las parrillas del cable CNN Brasil, Band News, Récord News y Jovem Pam News. Los mexicanos se informan por Foro TV y Milenio Televisión; Colombia, con una población similar a la Argentina, cuenta solo con Cablenoticias, fundado en 2007, y desde 2008 con NTN24; los chilenos, en tanto, se informan en Mega Plus, 24 horas (de la Televisión Nacional) y CNN Chile. ¿Por qué hay tantas señales de noticias en Argentina? “Está claro que no hay una razón económica, porque los números no dan. Estás dividiendo la audiencia y achatando hacia abajo”, dice Ricardo Ravanelli, director de noticias de TN. “Con cuatro señales estaríamos bien, porque hay audiencias que se solapan y apuntamos al mismo público. Pero, por otro lado, en este país el volumen de información es tan alto que te permite sostener una pantalla con tanta oferta y garantiza la supervivencia. TN va a cumplir 30 años al aire”, explica Ravanelli.
TN tiene un promedio de audiencia mensual de 2,3 puntos. Cada punto de rating supone que el 1% de los siete millones de hogares que hay en Buenos Aires y su extrarradio están sintonizando tu señal. Segundo en el podio está LN+, un canal de discurso conservador y claramente opositor al Gobierno peronista, con 1,8 puntos, seguida de C5N, oficialista, con 1,7 puntos. Becerra, en cualquier caso, prefiere matizar la definición de las señales. “Son de noticias entre comillas”, dice, “porque cubren una franja que consume una especie de entretenimiento politizado, un modelo que se explica por cuestiones económicas. Si fueran estrictamente de noticias sería muy caro; siempre es más barato poner a tres personas sentadas en una mesa que dan opiniones sobre el mundo y sus alrededores. Y en un país tan polarizado como Argentina, esto rinde. Si son antikirchnerista tenés varias señales, y si sos kirchnerista también”.
El contenido en pantalla es variado, dependiendo de los recursos. En dos de las señales más vistas, TN y C5N, hay móviles en vivo, programas temáticos y una clara ambición federal, con contactos desde las provincias. En el resto suele predominar el plató, con largas tertulias, comunicaciones telefónicas y el uso de archivo. Hay casos donde la opinión y el peso de las figuras están por encima de la marca, como ocurre en LN+. Pero, en términos generales, “hay una puesta al aire muy diferente a países como Chile o Colombia, donde es más parecida al estilo estadounidense, con todo guionado. Acá se juega con lo espontáneo y el breaking news permanente”, explica Ravanelli. “Eso exige una gimnasia particular en los conductores y el director de cámara. Es un modelo de show periodístico televisivo, sin que eso sea peyorativo”, dice. Solo así se pueden mantener siete canales cargados de información durante las 24 horas, todos los días del año. Las noticias en Argentina no descansan.
El País