Casi dos años y medio después del inicio de la guerra en Ucrania, en febrero de 2022, no hay señales de que la violencia vaya a terminar y la lista de periodistas ucranianos en cautiverio ruso no deja de crecer. Desde la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014, al menos treinta periodistas ucranianos han desaparecido, su paradero sigue siendo desconocido y sus familias no han recibido información sobre su bienestar o su lugar de detención. En la mayoría de los casos, las condiciones de detención de los periodistas no están claras, así como las perspectivas de su liberación.
Para arrojar luz sobre este asunto, la NUJU lanzó una campaña , plenamente apoyada por la FIP a través de su proyecto con la UNESCO y la FEP, para crear conciencia sobre los periodistas ucranianos detenidos ilegalmente por Rusia y exigir su liberación inmediata.
En mayo de 2024, el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó la detención de la periodista de investigación ucraniana Viktoria Roshchyna, que desapareció en agosto de 2023. Según informaron los medios locales, Roshchyna, que había cubierto ampliamente la guerra para varios medios de comunicación ucranianos, abandonó el país rumbo a Polonia el 27 de julio de 2023 y luego planeó viajar al este de Ucrania a través de Rusia antes de desaparecer el 3 de agosto en territorio ocupado por Rusia.
En agosto de 2023, la periodista de RIA Melitopol Anastasia Hlukhovska, fue secuestrada por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) en la ciudad de Melitopol, ocupada por Rusia. La identidad de la periodista no fue revelada hasta abril de 2024. Su paradero sigue siendo desconocido.
En mayo de 2023, la NUJU informó de la desaparición de la ex periodista y miembro de la NUJU Iryna Levchenko y de su marido en Melitopol, en la parte ocupada de Zaporizhia. Según la información proporcionada por la sección regional del sindicato, no ha habido comunicación con Levchenko desde el 6 de mayo. La FIP y la FEP instaron a las autoridades rusas a liberar inmediatamente a la periodista.
En octubre de 2023, el Tribunal Supremo de Crimea condenó al periodista Serhiy Thyhipa a 13 años de prisión por cargos de espionaje no probados . El periodista fue secuestrado y detenido en la ciudad de Simferopol, en Crimea, en abril de 2022, antes de ser trasladado a un lugar desconocido en Rusia.
En diciembre de 2022, un tribunal de Crimea condenó a la periodista Iryna Danilovych a siete años de prisión y le impuso una multa de 50.000 rublos (500.000 euros) por cargos no probados de posesión ilegal de explosivos. Danilovych, periodista y defensora de los derechos humanos que trabajaba para diferentes medios independientes, entre ellos “INжир” y Crimean Process, fue secuestrada en abril de 2022. El padre de la periodista informó de que, a pesar del deterioro de su salud, se le niega la atención médica, según informó la organización de derechos humanos Frontline Defenders .
En marzo de 2022, el periodista de la Agencia de Noticias de Ucrania (UNIAN), Dmytro Khyliuk, y su padre fueron detenidos cerca de la casa del periodista en el pueblo de Kozarovychi, en la región de Kiev, cuando las tropas militares rusas ocuparon la ciudad. Aunque el padre del periodista fue liberado pronto, Khyliuk fue trasladado al centro de detención de Novozybkov en Rusia hasta mayo de 2023, según concluyó una investigación de Reporteros Sin Fronteras (RSF) . Aparte de una pequeña nota en abril de 2022, su familia no ha tenido noticias de él.
En marzo de 2021, antes de la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania, el periodista de Radio Free Europe/Liberty (RFE/RL) Vladyslav Yesypenko fue arrestado en Crimea, anexada ilegalmente por Rusia, y sentenciado a seis años de prisión por cargos no probados de espionaje, informó RFE/RL . En el tercer aniversario de su arresto, la NUJU emitió un comunicado exigiendo la liberación inmediata de Yesypenko e informó que el periodista había sido sometido a tortura en un lugar desconocido de Rusia.
Éstas son sólo siete historias de los treinta periodistas que permanecen detenidos ilegalmente en cárceles rusas.
La FIP y la FEP han declarado: “Las autoridades rusas deben liberar inmediatamente a los periodistas ucranianos detenidos ilegalmente en los territorios ocupados. Estos encarcelamientos ilegales constituyen una violación de los instrumentos internacionales que protegen específicamente a los periodistas en tiempos de guerra. El papel de los periodistas en la cobertura de los conflictos es vital para dar testimonio de las acciones de los combatientes y el impacto que tienen sobre los civiles”.
SIP
