Por J. González
Incendios, sequía, tala descontrolada, calentamiento global, pérdida de biodiversidad. La lista de problemas y amenazas a las que se enfrenta el planeta es larga y variada. Su impacto aún está por calcular, pero el peligro acecha a más de uno de cada tres árboles que han echado raíces en la Tierra. Al menos 16.425 de las 47.282 especies estudiadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés) en su primera Evaluación Global de Árboles están al borde de la extinción.
Por primera vez en la historia, la UICN incluye en su lista roja a los árboles, una clasificación que incluye también aves, mamíferos, reptiles y anfibios. En total 166.061 especies amenazadas, de las que, con esta última revisión, los árboles son los que más en riesgo de desaparecer se encuentran.
De acuerdo con el análisis, el riesgo se cierne por todo el planeta. «Todo el mundo», es la conclusión de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, «aunque los más amenazados se encuentran en las islas». El aislamiento juega en su contra, porque la expansión natural a otros espacios lo hace más complicado. Un problema que también se da en tierra firma con la desaparición de las especies dispersoras de semillas.
A principios del mes de octubre, biólogos de la Universidad de Coimbra alertaron que las relaciones entre plantas y animales estaban en declive. «La pérdida de dispersores esenciales podría interrumpir la regeneración de plantas y reducir la diversidad genética, especialmente en el contexto del cambio climático», apuntó el informe firmado por Sara Beatriz Mendes y Rubén Heleno.
La pérdida de especies, indica la UICN, provoca un efecto en cascada que afecta a miles de otras plantas, hongos y animales, debido al papel que los árboles cumplen en los ciclos del carbono, el agua y los nutrientes, la formación del suelo y la regulación del clima. E incluso para los seres humanos. «Muchas de las especies amenazadas se usan para la construcción (unos 5.000) y muchos otros para medicinas, alimentos y combustibles (unos 2.000)», relata el informe conocido este lunes con motivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, COP16, que se celebra en Cali (Colombia). «Dependemos de muchos de ellos para nuestra subsistencia», recuerda Grethel Aguilar, directora general de la UICN.
Proteger y restaurar
La organización sostiene que para poner coto a estas extinciones es necesario proteger y restaurar los hábitats, además de abordar trabajos ex situ mediante bancos de semillas y colecciones en jardines botánicos. «Este trabajo nos permitirá tomar decisiones más informadas y medidas donde se necesiten», advierten en su informe.
En América del Sur, con la mayor diversidad de árboles del mundo, 3.356 de las 13.668 especies evaluadas están en riesgo de extinción. En Colombia, se han designado cinco nuevas áreas clave para la biodiversidad en las que crecen siete especies de magnolia consideradas como en peligro y en peligro crítico. Mientras, en España existen varios casos como el drago (Dracaena draco subsp), catalogado en peligro, o el aderno (Heberdenia excelsa) en la categoría de vulnerable; ambos presentes en las Islas Canarias.
No obstante, ya se están llevando a cabo acciones de repoblación, pero los proyectos deben abordar múltiples variables, aunque muchas de ellas sin éxito como la repoblación sin control.
ABC