Dakar, 16 ago (EFE).- El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) pidió las autoridades de Burkina Faso y Benín permitir “de inmediato” la reapertura de una radio burkinesa y un grupo mediático beninés, suspendidas en sus respectivos países por sus coberturas del golpe de Estado de Níger.
“Los periodistas deben tener la libertad de proporcionar información sobre los acontecimientos políticos del oeste de África, como las respuestas regionales al golpe de Estado de Níger, sin temor a recibir represalias”, destacó en un comunicado emitido anoche desde Dakar la coordinadora de los programas del CPJ en África, Angela Quintal.
El Gobierno de transición de Burkina Faso, que se ha posicionado a favor de la junta militar que organizó el golpe de Estado en Níger, suspendió el pasado día 10 “hasta nueva orden” la emisora Radio Oméga, después de que este medio entrevistase a un opositor nigerino al alzamiento.
Al anunciar la suspensión, las autoridades burkinesas señalaron que la entrevista estaba “salpicada de comentarios insultantes contra las nuevas autoridades de Níger”.
Después, Radio Oméga, que calificó esa orden de “injusta e infundada”, afirmó que sus periodistas habían empezado a recibir “numerosas amenazas de muerte” de personas que decían apoyar al Gobierno del actual jefe de Estado del país, el capitán Ibrahim Traoré, en el poder desde septiembre de 2022, cuando lideró un golpe de Estado.
El CPJ también lamentó la suspensión del grupo mediático beninés La Gazette du Golfe, con medios de comunicación de prensa, televisión y radio, presumiblemente por sus críticas de una posible intervención militar contra la junta golpista de Níger, según indicó un trabajador del grupo que pidió su anonimato.
Níger se convirtió el pasado 26 de julio en el cuarto país del oeste de África liderado por una junta militar, después de Mali, Guinea-Conakri y Burkina Faso, donde también hubo golpes de Estado entre 2020 y 2022.
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) ha puesto sobre la mesa una posible intervención militar en Níger para “restablecer el orden constitucional”, un movimiento para el que los gobiernos de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal confirmaron de una manera clara la disponibilidad de sus ejércitos.
En el otro extremo, Mali y Burkina Faso se oponen al uso de la fuerza y alegan que cualquier intervención en Níger equivaldría a una declaración de guerra también contra ellos. EFE
infobae
