por LUNGELO NDHLOVU
Hay intentos coordinados de manipular los medios de comunicación en 81 países, lo que supone una amenaza creciente para la democracia en todo el mundo, de acuerdo con el informe 2020 del Oxford Internet Institute.
En Zimbabue, las campañas de desinformación adoptan la forma de atacantes cibernéticos respaldados por el Estado, conocidos comúnmente como “Varakashi”, trolls de redes sociales que apoyan al partido gobernante, el Frente de la Unión Nacional Africana de Zimbabue. Los Varakashi utilizan plataformas como Facebook, Twitter y WhatsApp para difundir información falsa a favor del gobierno.
La violencia online se dirige especialmente a mujeres, periodistas y políticos.
Douglas Mwonzora, senador y presidente del partido de la oposición Movimiento por el Cambio Democrático-Tsvangirai (MDC-T), dice que los trolls de Internet han utilizado propaganda e información engañosa contra su partido. “El MDC-T ha sido objeto de propaganda y desinformación durante los últimos tres años, especialmente desde la decisión del Tribunal Supremo”, dijo Mwonzora.
Mwonzora se refiere a un caso que obligó a la Alianza MDC a elegir un nuevo presidente del partido durante una escisión con el MDC-T, en lo que para el entonces diputado del MDC fue un intento del gobierno de “usurpar” a la oposición. Las campañas de propaganda en torno al caso se originaron en varios segmentos de la sociedad, incluida la clase profesional. “Los profesores y los médicos fueron algunos de los que dedicaron tiempo y esfuerzo a campañas de polarización en Internet”, añade Mwonzora.
Un entorno mediático dividido
Los medios favorables y opositores al gobierno están creando una esfera mediática cada vez más polarizada. Esto, a su vez, impulsa acciones violentas en Internet entre los partidarios del gobierno y la oposición.
De acuerdo con Methuseli Moyo, profesor de periodismo de la Universidad de Ciencia y Tecnología, los medios y las redes zimbabuenses están cada vez más divididos en función de los partidos políticos, lo que crea un entorno tóxico lleno de violencia digital e información falsa.
La violencia en línea, además, se ha vuelto cada vez más personal. El profesor Jonathan Moyo, quien pidió al partido Citizens for Coalition for Change que identificara sus estructuras para que el electorado pudiera entender mejor su composición, es el objetivo más reciente de la violencia y la desinformación en línea en el país, de acuerdo con Rodrick Fayayo, director de la Asociación de Residentes Progresistas de Bulawayo. “Como el foco de atención se ha desplazado de los temas a las personas; ahora es extremadamente difícil debatir. Sin embargo, los temas que se están debatiendo son fundamentales para nuestra democracia”, señala.
Para Fayayo, muchos zimbabuenses están molestos con la situación política actual y descargan su resentimiento en Internet, lo que contribuye a la difusión de desinformación. Su animosidad se debe en gran parte a la forma en que el partido gobernante dirige el país. “Su política está orientada hacia los grupos étnicos mayoritarios, shona y ndebele, para ganarse a los votantes”, mientras el resto queda en gran medida fuera de la escena política.
La violencia en línea aumenta la probabilidad de que se produzca violencia física. “Cuando la violencia puede salir de la pantalla, estamos elevando el listón de la situación”, dice. “Lamentablemente, actualmente no existe ningún método para resolver el problema de las agresiones en línea”.
Combatir la desinformación
Se emplean diversas tácticas para combatir la desinformación. Mwonzora cuenta que el MDC-T, por ejemplo, está creando una fuerte división informativa a cargo, en gran medida, de jóvenes zimbabuenses con conocimientos de los medios. “Se están produciendo numerosos avances internos de cara a las elecciones generales de 2023”, explica. “Los jóvenes han ofrecido su ayuda al MDC para abordar el problema de la información falsa”.
Mientras tanto, Nkosikhona Dibiti, portavoz de la alianza EkhayaVote2023 de organizaciones de la sociedad civil de Matabeleland, está orientando a los zimbabuenses sobre desinformación, al tiempo que los ayuda a registrarse para votar.
“Como parte de este proceso, EkhayaVote2023 ha formado a más de 80 periodistas comunitarios de las zonas rurales”, explica Dibiti. “Como son residentes de esas zonas, están en una buena posición para detectar noticias falsas. Nuestras noticias están verificadas. En algunos casos, nuestros reporteros han tenido que corregir o corroborar informaciones falsas que se habían difundido sobre lugares concretos”.
También han organizado formaciones sobre verificación de hechos con Zim Fact, y se han embarcado en una campaña puerta a puerta en comunidades marginadas y rurales para disipar mitos sobre el proceso de votación.
Methuseli Moyo advierte que la desinformación desempeñará un papel importante en acontecimientos políticos clave, como las elecciones del próximo año. “Los medios deberían hacer preguntas a los políticos ahora, por ejemplo, si el líder de la oposición, Nelson Chamisa, o el presidente Emmerson Mnangagwa seguirán ejerciendo su cargo si pierden unas elecciones libres y justas. Así, si se amotinan después de las elecciones de 2023, sus propias palabras los delatarán”.
Por desgracia, los políticos de Zimbabue cuentan cada vez más de la violencia para mantener sus puestos, de acuerdo con Fayayo. “Los que actualmente están en el poder trabajan para prolongar sus mandatos, y la única opción que tienen es la violencia, que despliegan físicamente y en Internet”, afirma.
Imagen de Tatenda Mapigoti en Unsplash.