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Dibujante Víctor Hugo Romero reivindica periodismo iconográfico y libertad de expresión

En contacto desde Cochabamba con el programa Piedra, Papel y Tinta, el invitado contó su experiencia en ese oficio.
El invitado se refirió a la actualidad del periodismo iconográfico en Bolivia. Foto: La Razón POR GIANNINA MACHICADO, LA RAZÓN DIGITAL

La Paz, Bolivia.- El escritor, periodista y dibujante Víctor Hugo Romero habló sobre la actualidad del periodismo iconográfico en Bolivia. Entre algunas de sus consideraciones, indicó que el humor gráfico es una opinión y que no se la puede censurar, porque allí radica la libertad de expresión.

En contacto desde Cochabamba con el programa Piedra, Papel y Tinta, el invitado contó su experiencia en ese oficio. “El humor gráfico es algo que exige mucho. Hay que tener esa chispa para poder traducir gráficamente la realidad política boliviana en base a varios niveles”. dijo.

“El contraste, la tendencia, la metáfora… graficarlas en un sentido divertido respetando el derecho a los otros y, sobre todo, que no se entienda el humor gráfico como una excusa para agredir, como suele hacerse. El humor gráfico tiene fronteras muy delgadas, límites muy exquisitos. Entonces se debe respetar mucho”, sostuvo.

En ese sentido, respecto al cuidado que se debe tener al considerar esas combinaciones, Romero indicó que al boliviano le cuesta reírse de sí mismo y ser autocrítico. Entonces, “en este trabajo del humor gráfico, o te indigna o te divierte, pero, como estamos polarizados, siempre recibo la retroalimentación tanto de izquierdas como de derechas, siempre asumiendo posturas”.

En el programa —que se transmite vía streaming y a través de la red DTV—, el entrevistado también habló sobre el origen del humor gráfico, que empezó con el personaje The Yellow Kid (El chico amarillo) en los tabloides sensacionalistas o de cobertura policiaca en los Estados Unidos. “Se lo insertaba a color con polera amarilla en la primera plana de esos periódicos y se ponía el texto en su polera, que reflejaba ironía, humor, etc. A partir de ahí fue justamente el concepto del periodismo amarillista, porque reflejaba ese tipo de contenido”.

Cumplir con reglas

Esto evolucionó y se fue incorporando poco a poco a los artistas. “Los caricaturistas de esa época empezaron a practicar también el humor político. Con el avance del tiempo y los estudios se fue construyendo el concepto del periodismo iconográfico”. Ello quiere decir que el periodista gráfico, que es quien dibuja, es parte de la construcción de un medio de comunicación principalmente escrito, resaltó Romero.

El invitado mencionó como algunos ejemplos al New Yorker de Estados Unidos, El Jueves de España y Charlie Hebdo en Francia.

Asimismo, “el humor puede ser agresivo, sórdido, brutalmente honesto, simpático o amable, pero si cruza esa barrera tampoco se lo puede censurar, hay que convivir con eso. Y convivir implica tolerar, pero no censurar, porque ésa es la libertad de expresión”.

Respecto a la caricatura que resalta o exagera en los rasgos de personajes, Romero dijo que su influencia va más por el comic y el arte secuencial. En ello, “uno no dibuja en facilito, uno va dejando pistas para que el impacto del humor sea mayor”.

Además, aseguró que no comparte la ‘demonificación’ del personaje, tampoco de que se lo deforme o animalice. “Uno puede tener cierto criterio sobre un actor político, pero eso no quiere decir que yo lo dibuje como un chancho. Hay que saber respetar”.

Consideró también que a los humoristas gráficos en general les falta trabajar ese tipo de conceptos, de estudiar, por ejemplo, qué se entiende como racismo actualmente. “También hay un negacionismo, porque no creen en estos conceptos, pero ya es una decisión personal el abordarlos”.

Hizo énfasis en que la polémica en el periodismo iconográfico es parte del paquete. “Siempre van a haber miles de interpretaciones y no todos van a estar contentos. (El humor gráfico) es una opinión”, dijo.

Por ello, dijo que consumir análisis e información debe ser un proceso constante. “Al definirnos como periodistas iconográficos implica cumplir con las reglas básicas de hacer periodismo”. Esto, para plantear propuestas con equilibrio y pluralidad.

La Razón