Estrasburgo, Francia.- El Parlamento Europeo defenderá que todos los organismos públicos estén obligados a revelar el presupuesto que destinan a publicidad institucional en medios de comunicación y que se establezca una limitación del uso de ‘software’ de espionaje contra periodistas, un punto en el que los gobiernos de la Unión Europea quieren ser más estrictos.
Ambos reclamos forman parte de la posición negociadora de la Eurocámara para la futura Ley europea de Libertad de Medios, que tras el voto de este martes en Estrasburgo (448 votos a favor, 102 en contra y 75 abstenciones) podrá empezar a negociarse con los Estados miembros, representados este semestre por la presidencia española del Consejo.
“Los medios no son una empresa cualquiera, son parte de la educación, el desarrollo cultural en nuestras sociedades y protegen derechos básicos como la libertad de expresión y el acceso a la información. Tenemos que reconocer ese papel doble de los servicios mediáticos”, explicó ante el hemiciclo la negociadora principal de la legislación en la Eurocámara, la alemana Sabine Verheyen.
La eurodiputada se mostró convencida de que la posición negociadora consensuada entre los grupos es “un texto equilibrado que hace justicia a ese papel doble” y que “protege a los medios de influencias externas”.
Vigilancia de los medios
“Nos hemos asegurado de que la vigilancia de los medios es políticamente independiente, hemos creado transparencia sobre los propietarios y garantizaremos estándares laborales mínimos para los periodistas”, añadió Verheyen.
La posición que defenderá el Parlamento elimina una excepción de la propuesta inicial de la Comisión Europea para esta ley, que recogía que las entidades públicas que representaran a menos de un millón de habitantes podrían evitar esa obligación de explicar su gasto en publicidad institucional; para los eurodiputados todas deben revelar anualmente información detallada sobre el dinero que invierten en medios y plataformas en línea.
Además, la publicidad institucional destinada a un medio o plataforma individual no debería superar el 15 % del total del presupuesto destinado a este fin de una entidad concreta y los medios deberán hacer público quiénes son sus propietarios.
Según la Eurocámara, los medios de comunicación no deben quedar exentos de la moderación de contenidos de las grandes plataformas en internet -como sí habían peleado algunos grupos que quedaron en minoría- pero sí dispondrán de 24 horas para contestar la eliminación de contenidos que se consideren ilegales.
Moderación de contenido
“Por un lado, queríamos realmente permitir que los medios que cumplen con los estándares internacionales de buen periodismo se librasen de la moderación de contenido. Pero por otro lado tenemos que asegurarnos de que no hay lagunas legislativas para aquellos medios que no los cumplen y diseminan desinformación a los ciudadanos europeos”, había señalado Verheyen en una conferencia previa en la Eurocámara.
“Por ser directo: el contenido que ves en tu periódico o televisión no dependerá de Elon Musk o Mark Zuckerberg”, incidió la eurodiputada.
En la mesa de las negociaciones estará muy presente la protección de las fuentes y de los periodistas ante el espionaje, un aspecto sobre el que han elevado la voz de alarma las asociaciones de prensa.
Protección de la “seguridad nacional”
Sobre el papel, el texto del Parlamento impide que los reporteros sean víctimas de estos programas a no ser “que esté justificado en el caso concreto y sea ordenado por parte de una autoridad judicial independiente para investigar un crimen grave”, como terrorismo o tráfico de seres humanos.
Por contra, en su posición negociadora los países de la Unión Europea incluyeron a petición de Francia la excepción de la protección de la “seguridad nacional” como pretexto para emplear “software” de espionaje, por lo que ambas partes tendrán que negociar la forma final del artículo en los próximos meses.
Por otro lado, y en el caso concreto de los medios públicos, los eurodiputados mantienen el criterio de la Comisión Europea en su propuesta inicial y son partidarios de que sus presupuestos se fijen de manera plurianual, para evitar que se conviertan en monedas de cambio en las negociaciones anuales de las cuentas de un Estado miembro y reducir la incertidumbre en estos medios.