Detenido un tercer sospechoso mientras los colegas de Pereira critican que la policía descarte que fuera obra de una banda criminal o exista un autor intelectual
NAIARA GALARRAGA GORTÁZAR
São Paulo – Los análisis forenses han confirmado este sábado que el segundo cadáver localizado el miércoles en la Amazonia es el del indigenista Bruno Pereira, de 41 años y padre de tres hijos. La víspera fue identificado el periodista británico Dom Phillips, de 57 años, un colaborador del diario The Guardian que vivía en Brasil hace 15 años. Ambos fueron asesinados durante una travesía en el valle de Yabarí, en la frontera con Perú y Colombia, en la que el reportero mientras recababa información para un libro que estaba escribiendo. Los análisis odontológicos han permitido confirmar las identidades de ambos, que estuvieron desaparecidos durante 11 días y fueron localizados en una zanja después de que el asesino, un pescador furtivo, confesara. Su hermano también está detenido y un tercer pescador ha sido arrestado.
Tanto el indigenista como el periodista murieron por disparos de armas de caza, según ka policía. A Pereira le pegaron un tiro en la cabeza y dos en el abdomen; a Phillips, uno en el tórax. El tercer arrestado, Jeferson da Silva Lima, alias Peladinho, ha declarado que “más vecinos de la aldea están implicados”, informa O Globo.
La confesión de un pescador furtivo que amenazó al dúo la víspera de que se perdiera su pista fue esencial para localizar este miércoles, tras 11 días de búsquedas, dos cuerpos enterrados en la selva.
El Departamento de Estado estadounidense se ha referido al caso a través de un portavoz: “Pedimos rendición de cuentas y justicia y, colectivamente, tenemos que reforzar los esfuerzos para proteger a los defensores del bosque tropical y a los periodistas”.
La Policía Federal seguirá analizando los restos mortales, ha explicado, para averiguar la causa de las muertes y las circunstancias en que sus restos fueron ocultados. Los cuerpos fueron hallados a tres kilómetros del cauce del río selva adentro. El pescador Amarildo da Costa Oliveira, alias Pelado, confesó a los investigadores que los mató a tiros. Este y su hermano Oseney son los únicos detenidos por el caso.
El reportero, que colaboró The New York Times y otros medios anglosajones, y el indigenista desaparecieron en la línea de frente de una guerra, un lugar donde confluyen los cazadores y pescadores furtivos, madereros y mineros ilegales y por el que pasan rutas del narcotráfico internacional. Pereira era objeto de amenazas hace años por parte de los que se lucran ilegalmente con las riquezas de la mayor selva tropical del mundo.
Pero este viernes, dos días después de localizar los cuerpos, la policía ha emitido una nota en la que afirma que las investigaciones apuntan a que “los ejecutores actuaron solos, sin que haya autor intelectual u organizaciones criminal alguna tras el crimen”.
La asociación Univaja (União dos Povos do Vale do Javari), con la que el indigenista Pereira colaboraba, ha respondido con una nota en la que dicen que esas conclusiones de los investigadores obvian los informes presentados por ellos durante los últimos meses, tanto a la policía como al Ministerio Público y a la Fundación Nacional del Indio (Funai), encargada de proteger a los nativos Explica Univaja que la información que los patrulleros indígenas han recabado sobre el terreno indican que existe una banda criminal a la que pertenecen los detenidos y que realiza constantes invasiones de la reserva indígena de Yavarí. Detalla la asociación que agrupa a todas las etnias del valle: “Dimos los nombres de los invasores, miembros de la banda criminal, sus métodos de actuación, cómo entran y como salen, las capturas que se llevan y los tipos de embarcaciones que utilizan”. Y reclaman a la policía que profundice las investigaciones.
El Pais.