Por César López Linares
Con más de 30 años de carrera periodística, Hugo Anteparra nunca había realizado un reportaje de investigación. En vez de eso, había dedicado su vida profesional al periodismo informativo del día a día en diversos medios impresos y electrónicos de la región de San Martín, al norte de Perú.
Como habitante de la Amazonía peruana, Anteparra había sido por muchos años testigo de las incautaciones de madera talada ilegalmente por mafias que extraen recursos de la selva. Sin embargo, a partir de la pandemia por COVID-19, notó que dichas incautaciones disminuyeron considerablemente. Su olfato periodístico le decía que había algo raro detrás de esa súbita inacción de las autoridades ante las mafias madereras y supo que era un tema perfecto para una investigación periodística a profundidad.
Sin embargo, los medios para los que colaboraba no tenían los recursos para financiar un proyecto de tal magnitud. Por eso, cuando casi dos años después se enteró de la convocatoria del Investigatour Amazonía, de Convoca, supo que era su oportunidad de llevar su idea de reportaje de investigación a la realidad.
Anteparra fue seleccionado para el programa, el cual está dirigido a periodistas de la Amazonía peruana que deseen especializarse en periodismo de investigación y desarrollar investigaciones colaborativas. El Investigatour Amazonía, que este año tendrá su segunda edición, consiste en cuatro meses de formación y mentorías en línea sobre habilidades que incluyen periodismo de datos, nuevas narrativas digitales y reportería de investigación sobre temáticas de medio ambiente y crimen organizado.
Como resultado de su participación en la primera edición del programa, Anteparra publicó el reportaje “Santa Rosillo: una comunidad amazónica que combate la tala ilegal y el abandono del Estado”, un trabajo en el que demostró que las autoridades peruanas han abandonado a las comunidades indígenas que protegen la Amazonía del extractivismo ilegal.
El trabajo no solo provocó una reacción del Ejército, la Físcalía y la Policía de Perú que culminó en acciones concretas contra las organizaciones criminales de tráfico ilegal de madera. También logró que el conflicto en la Amazonía peruana resonara en otros continentes: la investigación fue traducida y republicada en medios internacionales como el San Francisco Chronicle (Estados Unidos) y el medio digital Rappler (Filipinas).
Para el equipo de Convoca, la historia de Anteparra es una muestra de cómo programas de formación como el Investigatour ayudan a que un tema regional conecte con realidades globales a través del periodismo de investigación.
“Ver cómo una investigación realizada por un periodista regional, con el acompañamiento, claro, del equipo profesional de Convoca, tiene ese alcance internacional, ese alcance transfronterizo, es un gran impacto, no solo para nosotros como medio, que sin duda buscamos exponer estos problemas, sino también para los mismos periodistas”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Scarlett Cardoza, coordinadora de proyectos de Convoca. “No solo queremos darles nuevas capacidades, sino que buscamos también que ellos lo puedan poner en práctica y recojan el resultado, que es este impacto internacional que pueden tener con sus investigaciones”.
El Investigatour Amazonía se deriva del programa de formación Investigatour de Convoca, que funciona como una sala de redacción itinerante en la que el equipo de la organización acompaña a reporteros de distintos rincones de Perú en la realización de investigación y análisis de datos, de forma virtual y presencial. Desde su fundación en 2018, la iniciativa ha recorrido las regiones de Arequipa, Lambayeque, Piura, Lima, Loreto, Callao, Junín, Ayacucho y Cusco.
Sin embargo, Convoca vio que los periodistas de la Amazonía tenían enormes necesidades de formación y espacios para contar las historias sobre los conflictos ambientales y sociales que existen en la selva. Por ello en 2022 creó el Investigatour Amazonía, con el fin de fortalecer las capacidades de los periodistas de esa región, para que sean ellos mismos quienes puedan contar las historias de su territorio.
“Desde el Perú somos tan diversos, que necesitamos que esa misma diversidad pueda contarse desde su propio punto de vista. No buscamos que una persona del norte, por ejemplo, cuente los problemas que hay en el sur”, dijo Cardoza. “Por eso estamos apostando para que los problemas de la Amazonía, los problemas reales y los enfrentamientos, esta violación a los derechos humanos, estos delitos ambientales que hay, puedan ser contados por la misma población que hay en esta zona”.
El Investigatour Amazonía, cuya convocatoria para su segunda edición cierra el 30 de julio, seleccionará a un máximo de 20 periodistas que recibirán una beca completa y financiamiento para desarrollar sus investigaciones, gracias al apoyo de organizaciones como la Fundación para la Conservación del Desarrollo Sostenible (FCDS) y The GroundTrudh Project. Las investigaciones serán publicadas en el sitio de Convoca, así como en los de sus medios aliados.
El Investigatour Amazonía se basa en cuatro ejes temáticos de formación. El primero son las herramientas de periodismo de datos, que es uno de los puntos que le ha valido a Convoca el prestigio en toda América Latina, gracias a las investigaciones transfronterizas en las que ha participado, como los Panama Papers y la cobertura del caso Lava Jato. Los otros ejes son las nuevas narrativas digitales, las técnicas de reportería de investigación, y los estándares del periodismo de investigación.
herramientas digitales y satelitales que aprendió a utilizar durante su formación con Convoca.
También aprendió a construir bases de datos con la información que obtuvo a través de la Ley de Transparencia, con lo que pudo hacer cruzamiento de datos que le permitieron demostrar, entre otras cosas, lo que sospechó desde un inicio: que 2020 fue el año que se otorgaron más permisos de traslado de madera extraída, pese al confinamiento por el COVID-19.
“La escuela Convoca, por ejemplo, puso especialistas en lectura de mapas, que ahora se pueden visualizar desde una computadora, ver una zona deforestada, incluso hasta medir cuánto tiene un tronco caído, y eso lo hace de una manera satelital”, dijo Anteparra a LJR. “Eso me ha servido también para tener más o menos idea de dónde se está deforestando en la zona que yo estaba visitando”.
El periodista, cuya investigación tomó dos meses de trabajo de campo, además de los cuatro de formación, también aprendió a plantear, proponer y elaborar un proyecto de investigación.
“En la universidad no me han enseñado eso, pero en la escuela Convoca sí; a partir de una hipótesis y de ahí ir haciendo una hoja de ruta, y cómo confrontar, en este caso a las autoridades, de los hallazgos que uno va teniendo”, dijo Anteparra.
Aprender a sortear los peligros
Consciente de que cubrir la selva amazónica representa múltiples peligros para los periodistas, el Investigatour Amazonía incluye capacitación sobre seguridad personal y de las fuentes.
Para realizar el trabajo de campo de su investigación, Anteparra tuvo que visitar una zona boscosa de la comunidad Santa Rosillo de Yanayacuque, en la Amazonía peruana, la cual es protegida por indígenas kechwa que ahí habitan. Antes de llegar al terreno, el periodista aprendió que internarse en la selva amazónica implicaría tomar precauciones desde varios frentes.
El periodista armó una ruta en una aplicación de mapas que compartió con Gonzalo Torrico, editor general de Convoca, quien fungió como su editor en el proyecto periodístico. Antes de ingresar a una porción de selva en la que, según el monitoreo satelital, había existido deforestación en los últimos meses, esperó dos días, mientras evaluaba la situación.
Anteparra se puso previamente en contacto con el apu, como se le llama a las autoridades indígenas kechwa, de esa comunidad y acordó con él ingresar a la selva en compañía de uno de los grupos de patrullaje. El periodista se presentó vestido de forma común y corriente, con solo un teléfono inteligente como herramienta de trabajo, y recibió un uniforme para pasar como un integrante más de la patrulla.
Pese a aplicar al pie de la letra las medidas de seguridad que aprendió, Anteparra y la patrulla indígena fueron atacados a balazos por un grupo de “mestizos”, como llaman los nativos a las personas que se han instalado en sus territorios para realizar actividades agrícolas y que presuntamente participan en la tala ilegal.
Aunque el grupo logró huir y regresar al pueblo tras 10 horas de caminata e internándose en una zona inexplorada de la selva, el periodista terminó con más de 50 espinas incrustadas en una mano, las cuales tomaron más de un mes en ser retiradas.
“[Los instructores del Investigatour] nos dieron justamente orientación en temas de seguridad en zonas de conflicto, en zonas donde podría haber gente que no ve con buenos ojos las investigaciones”, contó Anteparra. “La seguridad ha sido muy fundamental. Primero, tener un contacto dentro de la comunidad y que ellos te brinden la seguridad. Si no, otra hubiera sido la historia”.
La mirada local que tiene Anteparra de los fenómenos sociales y ambientales de la Amazonía fue clave para que su reportaje tuviera la claridad explicativa que logró, de acuerdo con Cardoza. Entender la cultura y transmitir correctamente los saberes y costumbres de las comunidades de las regiones amazónicas es importante para lograr la interculturalidad que busca Convoca en sus iniciativas de formación.
capacitar, para que expongan justamente la realidad en la que viven”, dijo Cardoza. “Vimos que estos mismos periodistas [indígenas] eran los que presentaban estos enfoques de investigaciones puntuales, de sus mismas comunidades, los problemas que tienen en su vida, es lo que buscaban contar. Entonces allí vimos que necesitamos darles una mayor oportunidad”.
Además de que los periodistas de la Amazonía peruana carecen de suficiente capacitación en temas de periodismo de investigación, la falta de presupuesto en los medios y de espacios que garanticen un largo alcance de las historias son otros impedimentos que tienen los comunicadores regionales para contar sus historias en el formato investigativo, dijo Anteparra.
El periodista, quien tras su participación en el Investigatour Amazonía pasó a formar parte de la Red de Periodistas Amazónicos de Convoca para desarrollar nuevas investigaciones, dijo que su reportaje tuvo repercusión a nivel nacional y global porque supo retratar a la Amazonía como un pulmón del planeta que tiene que ser protegido, y porque eso resuena en las realidades ambientales y sociales de otros países.
“Eso es lo que me ofrecía Convoca, el presupuesto -a través de CONNECTAS- y la difusión. Entonces eso es lo que ha generado un impacto mayor”, dijo. “Si uno quiere trascender como periodista con temas informativos [del día a día] de temas locales, jamás lo va a hacer. Pero si uno hace un trabajo de investigación que repercuta a nivel nacional y en otros medios, entonces sí, el trabajo va a tener esa trascendencia que se necesita como periodistas para que nos motive a seguir adelante”.
Un proyecto en expansión
De la misma forma como Convoca percibió una necesidad de fortalecer las habilidades de los periodistas amazónicos en Perú, la organización de protección del periodismo y la libertad de expresión en Ecuador Fundamedios vio también una urgencia de impulsar el periodismo en la Amazonía ecuatoriana.
Cuando Convoca trabajaba en lanzar el Investigatour Amazonía, Fundamedios conoció la metodología de esta iniciativa y decidió replicarla. Fue así como, tras organizar la primera Cumbre Amazónica de Periodismo y Cambio Climático, en junio de 2022, Fundamedios lanzó la convocatoria para el Investigatour Ecuador.
“Nuestra necesidad era básicamente el impulsar el periodismo en el interior del Ecuador, y nos parecía muy lógico que lo ligáramos a la Cumbre Amazónica y que concentráramos los esfuerzos de hacer periodismo de investigación en la Amazonía”, dijo a LJR César Ricaurte, director de Fundamedios. “Por supuesto, tratando de que los periodistas amazónicos pudieran también tener acceso a fondos y entrenamiento para poder investigar lo que estaba pasando en la región amazónica”.
Fundamedios diseñó el primer Investigatour Ecuador con acompañamiento de la directora de Convoca, Milagros Salazar, quien asesoró a la organización ecuatoriana para la implementación de la metodología de formación y mentorías.
Como parte de la primera edición de la iniciativa, Fundamedios ofreció subvenciones a seis proyectos de investigación. Coincidentemente, las seis participantes fueron periodistas mujeres, quienes trabajaron de la mano de Alexis Serrano, editor de Ecuador Chequea, en el desarrollo de sus investigaciones. A diferencia de la versión de Convoca, el Investigatour ecuatoriano se enfoca en una temática específica cada año. En 2022, el tema fue la tala ilegal, mientras que la edición de este año será sobre el agua.
“Estamos muy satisfechos con el impacto que tuvieron esos trabajos. Fueron trabajos que aparte de los medios originales que iban a publicarlos, se publicaron en muchos otros medios, medios regionales como Mongabay”, dijo Ricaurte. “Ahora en el segundo Investigatour, básicamente seguimos con la misma metodología exitosa del primero, esa combinación de mentorías más los talleres con expertos de diversos campos que pueden ayudar a construir los proyectos de investigación”.
“Estamos apuntando a que el proyecto se extienda. No solo queremos que esté en Perú, […] porque la Amazonía no sólo está en Perú, sino que hay más países de Latinoamérica que forman parte de la Amazonía”, dijo Cardoza. “Se necesita que estas investigaciones puedan ser transfronterizas para evidenciar que los problemas no solo son de un lado o del otro, sino que son problemas comunes que se necesitan ver de manera sistémica y multidisciplinaria, para que se puedan dar soluciones concretas y soluciones reales por parte de las autoridades”.
LatAm Journalism Review (LJR)