Londres, Inglaterra.- En medio de una ola de represión contra activistas, prensa y abogados, dos conocidos periodistas tunecinos fueron condenados a un año de prisión acusados de haber difundido noticias falsas que amenazaban la seguridad pública.
Mourad Zghidi y Borhan Bsaissl, ambos periodistas de la radio IFM, fueron detenidos por comentarios políticos desfavorables al gobierno de Kais Saied, presidente del país.
Según el Sindicato de Periodistas de Túnez, fueron condenados el 22 de mayo en virtud del capítulo 24 del Decreto 54, que prevé la lucha contra los delitos en los sistemas de información y comunicación.
El Decreto 54 entró en vigor en septiembre de 2022, como parte de una nueva Constitución, que sustituyó a la que se consideraba una de las más progresistas del mundo árabe.
La nueva ley, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), eliminó muchas de las protecciones de derechos y libertades de la constitución anterior.
Prisión para periodistas que criticaron al gobierno tunecino
La policía arrestó a Bssais y Zghidi el 11 de mayo, en reacción a comentarios de radio y televisión de Bssais críticos con el presidente Kais Saied y a publicaciones de Zghidi en las redes sociales en solidaridad con el periodista encarcelado Mohamed Boughaleb.
El tribunal acusó a los dos periodistas de “utilizar sistemas de información y comunicación para producir, promover y difundir noticias falsas y rumores con el objetivo de atacar los derechos de terceros y perjudicar la seguridad pública, y de “difamar a las personas, desvirtuar su reputación y perjudicarlas”. económica y moralmente”.
Según informes de medios locales y del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), a los profesionales de la prensa se les prohibió ingresar a la sala del tribunal y cubrir la audiencia celebrada el miércoles, alegando que carecían de acreditación previa.
Sin identificarse, un periodista dijo al CPJ que la audiencia fue pública y que, por lo tanto, prohibir la cobertura de prensa debería ser ilegal.
Durante el juicio, Bsaiss y Zghidi se defendieron argumentando que, como presentadores y comentaristas, analizar los hechos políticos y la situación económica del país es parte de su función.
Escalada de la represión en Túnez
Túnez ocupa el puesto 118 en el Índice Mundial de Libertad de Prensa, que publica anualmente la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).
En el análisis de este año, RSF explica que después de la revolución de 2011 que obligó al entonces presidente Zine el-Abidine Ben Ali a exiliarse, el país se embarcó en una transición democrática, seguida de “giros y vueltas inesperados”.
“La toma del poder por el presidente Kais Saied en julio de 2021 generó temores de un importante revés para la libertad de prensa”, afirmó la organización.
Desde entonces, la situación se ha deteriorado, pero desde principios de mayo se ha producido una escalada de represión más grave.
Este mes, el gobierno tunecino realizó una serie de arrestos de activistas políticos, figuras de la sociedad civil y al menos seis profesionales de la prensa.
Entre ellos se encuentran Sonia Dahmani, abogada y comentarista política de la radio IFM y del canal de televisión Carthage Plus, arrestada el 11 de mayo, y Houssem Hajlaoui, cofundador y editor del sitio local de noticias independiente Inkyfada, arrestado el 14 de mayo.
El Sindicato Nacional de Periodistas de Túnez advierte del peligro de “la continua desviación observada en el tratamiento judicial de las cuestiones de libertad de prensa durante el último año, causando un impacto negativo en la paz social en el país y creando un clima público cargado que perpetúa uno- discurso sesgado, matando el pluralismo y la independencia en los medios”.
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